Arcelor inicia el trámite de evaluación de impacto ambiental para electrificar la acería de Avilés
La siderúrgica explica que se trata de un procedimiento «habitual» con sus inversiones y que no implica que se acabe ejecutando
Arcelor inició ayer los trámites de la evaluación de impacto ambiental ordinaria para la construcción de una acería de horno eléctrico en la factoría de ... Avilés, similar a la que ya se está construyendo en la planta de Gijón. Representa el primer paso para acometer una obra que desde hace tiempo reclaman tanto el Principado como el Gobierno y los agentes sociales, aunque desde la multinacional señalan que es el «trámite ambiental habitual» en sus planes de inversión, con independencia de si finalmente la dirección del grupo lo aprueba. Se trata de un requisito necesario por el que han pasado proyectos que han visto la luz, como el de la acería de Gijón, pero también otros que se mantienen paralizados, como la planta de reducción directa de mineral de hierro (DRI). Así, el inicio de la tramitación ambiental se realiza con el propósito de adelantar los procedimientos administrativos, para que «cuando se tome la decisión de llevar a cabo la inversión, esté todo tramitado», remarcan desde la compañía.
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El proyecto contempla la sustitución de uno de los convertidores BOF (Basic Oxygen Furnace) de la acería LDA de Avilés por un horno eléctrico (EAF). Una operación que permitirá a la planta «operar de forma híbrida, al combinar la ruta tradicional de horno alto-convertidor BOF con la nueva ruta eléctrica», apuntan desde la siderúrgica. La instalación resultante contará con un convertidor BOF, uno en operación y otro en espera, y un horno EAF, ambos alimentados por arrabio y chatarra, y en el caso del EAF, también por DRI (mineral de hierro reducido). «Esta flexibilidad permitirá adaptar el mix de materias primas según los grados de acero a producir y las futuras homologaciones de producto, estimándose un consumo variable de arrabio, DRI y chatarra, con la posibilidad de alcanzar hasta un 100% de chatarra en el mix de carga», explican desde la empresa. La ruta eléctrica se completará, según recoge el proyecto, «con la incorporación de un horno-cuchara (LF, Ladle Furnace), lo que refuerza la capacidad de la planta para producir aceros de alta calidad con una menor huella de carbono».
En ese sentido, se plantea la instalación de un horno de arco eléctrico con una capacidad de 2,5 millones de toneladas de acero líquido, «constituyendo el primer paso, para la división de Productos Planos, hacia una siderurgia más sostenible, permitiendo la convivencia de ambas rutas productivas en la acería de Avilés».
Por otro lado, se prevé que la alimentación eléctrica del horno de arco eléctrico se lleve a cabo desde una nueva subestación eléctrica que recibirá electricidad en alta tensión desde la futura subestación de Cardoso de Red Eléctrica. La inversión en esta infraestructura energética, que el Principado inició esta misma semana, está destinada a reforzar el suministro energético para la industria y la garantizar el abastecimiento a las factorías del área central
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Desde hace tiempo, el Gobierno de España estudia con la multinacional las ayudas que podría concederle para abordar la construcción del horno eléctrico híbrido en Avilés. Precisamente ayer, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, que ha manifestado en varias ocasiones su apoyo a esta inversión en la factoría, defendió durante su visita a la Villa del Adelantado que, tras la inversión realizada por Arcelor en Gijón –el primer proyecto de descarbonización llevado a cabo en Europa–, «es evidente que la electrificación de la acería de Avilés es otro gran objetivo que vamos a acometer».
La acería invierte 197 millones de euros en sus plantas en España, un 30% más que hace un año
Arcelor invirtió más de 197 millones de euros en la mejora de sus plantas en España el pasado año para reforzar su competitividad, cifra que supone casi un 30% más que en 2023. Así lo recoge el informe de sostenibilidad publicado ayer por el gigante siderúrgico, que también refleja que la inversión en I+D ascendió a 45 millones de euros en el mismo período.
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Al mismo tiempo, la multinacional señala que la acería eléctrica de Gijón es «un primer paso fundamental en nuestro camino hacia una producción de acero con una baja huella de carbono en Asturias». El de Gijón es el único proyecto de descarbonización que la compañía está llevando a cabo en Europa tras la paralización de los planes para construir plantas de reducción directa de mineral de hierro (DRI), lo que incluye la que estaba prevista en la región. En ese sentido, el grupo explica que, «antes de tomar decisiones finales sobre las inversiones, es preciso disponer de plena visibilidad respecto al entorno político que deberá asegurar que la producción siderúrgica con mayores costes pueda ser competitiva en Europa en ausencia de la aplicación de un precio al carbono a escala mundial».
Por el momento, Arcelor no ve claro dar luz verde a sus planes de descarbonización en el Viejo Continente, pero sí cree que este mismo año se pueden dar pasos «interesantes» en ese sentido: «Prevemos la revisión programada del CBAM (Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono), la revisión prevista de los programas de salvaguardia aplicados al acero y la publicación del Plan de Acción para el Acero de la Comisión Europea».
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Todas esas cuestiones, explican desde el grupo, influirán en su decisión: «Una vez completadas, estas iniciativas aportarán los parámetros necesarios para desarrollar la justificación de las inversiones en descarbonización en Europa».
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