Asturias reduce el paro en 3.500 personas en el mejor agosto para el empleo desde 1990

Si se va más atrás en el tiempo, hace falta retrotrarse casi 13 años, a noviembre de 2008, cuando el efecto de la quiebra de Lehman Brothers ni se intuía, para encontrar menos parados, 58.251. Es cierto que desde entonces la población asturiana ha caído en picado, pero el número de inscritos en la Seguridad Social también corrobora la mejora de la economía regional, con 373.233 afiliados, casi 2.000 más que el mes anterior (+0,53%) y 9.442 más que hace un año (+2,60%). No se lograba ese dato desde agosto de 2019, cuando se alcanzó el récord en ocho años.

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La mejoría se percibe en todos los sectores. El mayor empujón a la caída lo dieron los servicios, con 2.012 desempleados menos (-4,26%), a los que sigue el colectivo sin empleo anterior, con un descenso de 933 personas (-14,15%). Industria, 267 menos (-5,39); construcción, 240 menos (-4,71%), y agricultura y pesca, -44 menos (-3,54%) registraron también descensos.

A nivel nacional el comportamiento del mercado laboral también fue positivo, aunque no tanto. El número de parados bajó en 82.583 (-2,4%) hasta 3.333.915. El porcentaje es menos de la mitad que el asturiano, pero igualmente supone el mayor retroceso en un mes de agosto. Respecto a 2020, bajó en 468.899 personas (-12,33%). Sin embargo, en contra de lo que ha sucedido en el Principado, España perdió afiliados, 118.004 (-0,6%), y bajó de la barrera de los 19,5 millones de cotizantes que logró en julio.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, en la firma de un acuerdo con Repsol, destacó las cifras del paro, que relacionó con la buena marcha de la vacunación y el control de la pandemia, como «mejor camino para reanimar la economía». Por su parte la directora gerente del Servicio Público de Empleo del Principado (Sepepa), Pilar Varela, subrayó que el desempleo cayó más entre los menores de 25 años, un 12,37%, y no solo en los concejos más turísticos, sino también en otros del centro de la región.

La amenaza, advierten los agentes sociales, es que esta mejoría no se sostenga en el tiempo. El director de Apoyo Corporativo de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), Ignacio García, apuntó como «gran reto» lograr que esta consolidación «no sea coyuntural», se convierta en estructural y permita fortalecer las empresas, «muy debilitadas». Para el responsable de Acción Sindical de CC OO, Gerardo L. Argüelles, «el objetivo es consolidar la recuperación de la economía y acelerar la creación de empleo». En este sentido, considera que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) «sin duda contribuirá a dinamizar el consumo». Belén Bernabeu, secretaria de Empleo de UGT Asturias, coincide en defender el incremento del SMI y pone el foco, en que el 94% de los contratos de agosto son temporales, lo que implica «la escalada de la precariedad». «Otoño será la prueba de fuego para ver cuánto empleo se consolida», señala Miguel Rivero, portavoz de USO, sobre contrataciones «que decaerán en septiembre o, como mucho, tras el 12 de octubre».