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Teresa Ribera, junto al presidente del Principado, la delegada del Gobierno en Asturias, el alcalde de Oviedo y el consejero de Industria, en Oviedo. PABLO NOSTI

Teresa Ribera exige a Iberdrola y Naturgy cumplir sus compromisos en Asturias

La ministra para la Transición Ecológica recriminó a Iberdrola y Naturgy no haber ido «todo lo rápido que debían ir a la hora de ofrecer alternativas y compromiso en el terreno» tras el cierre de las térmicas de Langreo y Tineo | Asegura que «activar la regasificadora de El Musel como un centro logística para almacenar gas natural licuado y para reenviarlo a otros sitios europeos es clave»

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Jueves, 7 de julio 2022, 10:03

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«Hay muchísimos recursos, como probablemente nunca la ha habido antes, para activar la modernización de la industria asturiana, la generación de empleo en Asturias». Lo decía esta mañana en el Principado la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Teresa Ribera, que participa en Oviedo en unas jornadas sobre regiones carboneras en transición, aseguró en una entrevista en la TPA que «el futuro de Asturias es brillante» calificando a la región de «territorio particularmente bien preparado» e instando a la sociedad asturiana a «mirar el presente y el futuro con ojos constructivos, y no quedarse en la nostalgia ni en la contestación». Y lo decía después de hablar del cierre de las térmicas y de la búsqueda de alternativas para las comarcas mineras. A su juicio, el Principado «tiene un futuro industrial vinculado a la descarbonización, lo vemos con la producción de bienes de equipo para la eólica, con el automóvil eléctrico, y con los proyectos de siderurgia verde», al tiempo que recordó que se ha construido «un ecosistema muy interesante y estamos trabajando con actores locales». «No podíamos permitirnos el lujo de que se quedara atrasada una región con la vocación industrial que tiene Asturias», añadió.

Teresa Ribera, eso sí, se mostró especialmente crítica al hablar de las empresas titulares de las centrales térmicas de Lada y Soto de la Barca, ubicadas en Langreo y Tineo, que cumplen dos años de desconexión y que no cuentan con alternativas. Las instalaciones son propiedad de Iberdrola y Naturgy, respectivamente, compañías que, dijo la ministra, «no han ido todo lo rápido que debían ir a la hora de ofrecer alternativas y compromiso en el terreno. Tienen capacidad para haber hecho mucho más desde hace mucho más tiempo. Seremos exigentes. Creemos que deben responder desde ya. Y creo que esa respuesta en la que están trabajando desde hacerse pública en las próximas semana o meses, porque no vamos a claudicar. Es importante mantener la firmeza con estas empresas». Recuerda Teresa Ribera que tanto Iberdrola como Naturgy «han sido titulares de plantas de generación eléctrica y se han beneficiado de todo ese despliegue durante décadas en el territorio» y que, todo eso, «deben devolver a la sociedad en forma de compromiso industrial y de generación de oportunidades».

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En ese sentido, les han exigido el mantenimiento de «las mismas personas que tenían contratadas buscando alternativas de empleo» así como «identificar alternativas tractoras en el territorio donde se cierra la central», una cuestión que, reconoce la misnitra, «nos ha costado más que en otros emplazamientos». La vicepresidenta quiso, incluso, hablar de esas alternativas. habló, por ejemplo, de «las grandes oportunidades» que pueden existir en el ámbito del biometano o del biogas «en territorios donde hay una alta actividad ganadera y que es fundamental en una coyuntura como esta donde estamos buscando que los gases renovables reduzcan nuestra dependencia del gas natural».

Regasificadora

A primera hora de la tarde la vicepresidenta realizaba una visita a la regasificadora, una instalación que ha calificado como una «pieza clave en un momento tan sensible como este». Según Teresa Ribera, España tiene «la gran opotunidad de asegurar de una manera más clara que el resto de socios europeos el aprovisionamiento de energía para los españoles», al mismo tiempo que hay «una oportunidad y un deber de contribuir de forma solidaria a facilitar la seguridad de suministro».

La puesta en marcha de El Musel, que fechó a final de año o principios de 2023 «para estar plenamente operativa», una fecha corroborada este mismo jueves por Enagás, será, dijo, fundamental. Sobre todo, hacerlo «con todas las garantías ambientales como un centro logística que nos va a permitir almacenar gas natural licuado procedente de muchos sitios del mundo y también reenviarlo a otros sitios europeos es clave».

Para esta puesta en servicio, una vez acabada la tramitación administrativa, sólo resta determinar cuál es el sistema de retribución. Pero, una vez concluida, la planta de Gijón «va a suponer un incremento muy notable de la capacidad de almacenamiento, por lo tanto, de la seguridad de suministro para España y esa capacidad logística para desviarlo a otros estados miembros. Los tiempos van a coincidir con un momento extremadamente sensible, preocupante en Europa», ha dicho.

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