Asturias utilizará la baza de sus recursos hídricos para captar fondos para el hidrógeno
Cada tonelada de este gas renovable requiere entre nueve y diez de agua purificada para su producción
El hidrógeno verde es la gran apuesta de futuro de Europa, España y Asturias para descarbonizar algunos sectores muy complejos de electrificar, como el ... siderúrgico o el cementero. Para ello, se plantea la instalación de una red de electrolizadores en el Principado, que permitan descomponer el agua en sus elementos constitutivos, hidrógeno y oxígeno, y conseguir así este vector energético. El proceso requiere una corriente eléctrica y que esta sea de origen renovable, para dotar a este gas de su carácter verde. De ahí que se proyecten ya en Asturias varios parques eólicos, entre ellos dos 'offshore' flotantes que plantean EdP y Enagás, e instalaciones fotovoltaicas que puedan abastecer a esos electrolizadores. Pero, más allá de esa electricidad renovable, también harán falta cantidades importantes de agua. Y ahí Asturias juega con ventaja.
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Desde el Principado se destaca que la comunidad está catalogada como 'valle del hidrógeno', porque puede abarcar el ciclo completo de este gas, desde la fabricación de equipos al consumo, pasando por la generación. Sin embargo, también tiene otra característica que la hace idónea para el desarrollo de proyectos de esta naturaleza: sus recursos hídricos. Para producir hidrógeno hace falta agua dulce. En caso de emplearse la del mar, debería ser desalada previamente, algo que se plantea sobre todo en países más secos, como en Oriente Próximo. De hecho, la asturiana TSK ya trabaja en el diseño de plantas desaladoras de alta eficiencia para este cometido. Sin embargo, poder disponer de ese recurso hídrico sin tener que recurrir al mar abarata costes. De hecho, aunque el agua inicial sea dulce tiene que ser purificada previamente.
Según fuentes conocedoras del sector, para producir cada tonelada de hidrógeno mediante la electrólisis hacen falta entre nueve y diez toneladas de agua pura, lo que implica bastante más líquido antes de purificar, puesto que una buena parte se pierde en el proceso. Todo ello tiene unos costes añadidos, lo que hace aún más interesante que los proyectos relacionados con el hidrógeno se ubiquen en zonas con abundante recurso hídrico.
Así las cosas, Asturias planteará esta característica como una de sus bazas para captar fondos. «Las cantidades de agua que se barajan no justificarían en Asturias la necesidad de una desaladora», apunta Juan Carlos Aguilera, director general de la Fundación Asturiana de la Energía (Faen), que coordina la Mesa Regional del Hidrógeno, que ya cuenta con cuatro decenas de miembros. Ahora, gran parte de los trabajos se centran en la presentación del proyecto para crear la red de electrolizadores en Asturias, en el que participan una quincena de compañías, una colaboración con la que se quiere dar más visibilidad a las posibilidades del Principado para convertirse en una potencia de este gas renovable y así facilitar a las empresas que puedan captar fondos para su desarrollo.
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El objetivo que se ha fijado el Principado en su Estrategia Industrial Asturias 2030 es contar para 2024 con seis electrolizadores capaces de producir un millón de toneladas de hidrógeno anuales, lo que implicaría utilizar alrededor de diez millones de toneladas de agua pura. Para 2030, el objetivo es contar con 40 electrolizadores y una capacidad de generación de 10 millones de toneladas de hidrógeno, lo que elevará enormemente la necesidad de agua.
«Los proyectos están poco definidos para poder detallar cómo se van a abastecer las plantas de hidrógeno previstas», reconocen fuentes del Principado, aunque aclaran que «no se prevé que pueda haber problemas para abastecerlas». Habrá, sin embargo, que esperar para conocer con más detalle la ubicación y las características de las plantas. Una de las posibilidades que está sobre la mesa es utilizar agua procedente de depuradoras. Se habla, por ejemplo, de la de Villapérez, que plantea su reutilización para usos industriales, por lo que «no cabe descartar nada», señalan desde el Gobierno regional.
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Hay que tener en cuenta que el agua empleada en el proceso de producción de hidrógeno no se pierde. Una vez utilizado el gas, podría volver a recuperarse y reaprovecharse, por ejemplo, por parte de los propios consumidores de hidrógeno, como es el caso de Arcelor, que emplea ahora la proveniente de los embalses de La Granda, Trasona y San Andrés de los Tacones para abastecerse. Más complicado sería el propio reaprovechamiento en las instalaciones de generación, ya que aunque el consumo en Asturias se plantea cercano, gracias a la industria, el regreso de ese líquido y su purificación se antoja más difícil.
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