El comité de Duro Felguera anuncia movilizaciones ante la falta de «claridad» sobre su futuro

La última comunicación por parte de la empresa se produjo a finales de mayo, cuando la dirección les informó de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) no estaba dispuesta a capitalizar los préstamos participativos y los accionistas mayoritarios, Prodi y Mota-Engil México, no van a inyectar más capital.

Los trabajadores señalan que llevan una década «enfrentando una crisis continua, origina por una gestión deficiente y errática por parte de sucesivas direcciones de la compañía». Presidentes y consejeros delegados que han pasado por Duro «sin abordar de forma efectiva los problemas estructurales, mientras se priorizaban beneficios personales, sueldos elevados, contrataciones afines y decisiones alejadas del interés colectivo».

Con la entrada del actual grupo mayoritario, «depositamos nuestra esperanza en que, por fin, un socio industrial serio aportaría estabilidad y compromiso real con el futuro de la empresa». Sin embargo, hoy «alega desconocimiento sobre la situación real de Duro Felguera en el momento de la inversión, pese a haber tenido un año para analizarla en profundidad y con asesoramiento experto».

Mientras tanto, más de 1.000 trabajadores y sus familias «seguimos atrapados en una lucha de poder entre accionistas y administradores, convertidos en víctimas silenciosas de una gestión que nunca ha priorizado ni el mantenimiento del empleo ni la viabilidad de la compañía». Desde este nueva crisis, que ha abocado a la empresa al preconcurso de acreedores, la dirección pidió a los trabajadores «calma y colaboración». El actual presidente, Eduardo Espinosa, «prometió reuniones periódicas y transparencia informativa, compromisos que hoy se han roto». En la última reunión, los responsables de la ingeniería comunicación a los sindicatos «que no pueden compartir el plan de futuro de la empresa», una afirmación que consideran «gravísima» y que agrava aún más la incertidumbre.

Así, el comité exige que se les presente dicho plan de futuro y, además, que se le incluya en el proceso de toma de decisiones y que se garantice la continuidad de la actividad industrial y condiciones laborales dignas. En sus acciones para dar a conocer la problemática que sufren más de mil trabajadores, mañana tienen previsto reunirse con la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, y comenzar a diseñar un calendario de movilizaciones.

«Queremos saber qué solución hay, si la hay; si se va a solicitar el concurso o si se ha llegado a algún tipo de acuerdo con las partes que tengan que intervenir, que no nos tengan en la absoluta ignorancia sin saber qué va a pasar el día 11», reclamó el presidente del comité, Ángel Martínez, quien confirmó que han cobrado la nómina de mayo, pero no saben qué sucederá con la de junio.

Susana Fernández, representante de CSI en el comité, indicó que la mayor preocupación de la plantilla «es el desconocimiento sobre lo que puede venir», con una plantilla con alto número de mayores de 50 años. De ahí que reclame a la Administración pública «que se involucre». El secretario general de CC OO de Industria de Asturias, Nacho Requena, pidió a la SEPI y a los socios mayoritarios una solución porque «el tiempo se agota y hay futuro industrial y capacidad de resolver la situación».