Arcelor, principal exponente del valor del hidrógeno en el futuro industrial

La Consejería de Industria ha recibido 24 proyectos relacionados con la producción y distribución de este gas renovable, que superan los de 3.230 millones de inversión. La descarbonización de Arcelor puede ser la clave para su despegue. De hecho, el hidrógeno es una pieza fundamental en las dos opciones que baraja la siderúrgica para reducir las emisiones de sus plantas: ampliar el uso de tecnologías de carbono circular –incluye reaprovechar el hidrógeno de sus gases– para producir el arrabio, o cambiar los hornos altos por otros eléctricos y emplear hidrógeno en el proceso de reducción directa del mineral de hierro. Para llevar a cabo esta segunda alternativa, que supondría un paso mayor hacia el acero verde, es necesario contar con un suministro suficiente y a precios competitivos.

De ahí que la descarbonización de las plantas asturianas de Arcelor dependa, en buena medida, del desarrollo de los proyectos que manejan compañías energéticas como EdP, Naturgy y Enagás. El consejero delegado de la multinacional siderúrgica en Europa, Geert Van Poelvoorde, señaló el pasado miércoles que este mismo año se tomará la decisión sobre la ruta que se elegirá para el horno alto 'A'. Dado este plazo y la fase embrionaria en la que se encuentran las iniciativas para producir hidrógeno en la región, la posibilidad de instalar un horno de arco eléctrico y aplicar la reducción directa de mineral de hierro (DRI) parece más complicada.

Eólica marina

La generación de hidrógeno con energía procedente de plantas de eólica marina figura entre los proyectos recibidos. Características que encajan con el plan elaborado por Enagás y Naturgy y que forma parte de un planteamiento europeo para la producción y distribución de hidrógeno.

También tiene conocimiento el Gobierno regional de proyectos para disponer de hidrógeno a partir de energía fotovoltaica y geotérmica, así como para el desarrollo de electrolizadores. Aunque existe confidencialidad sobre estas iniciativas, grandes compañías han ido desgranando algunos detalles sobre sus propuestas. Además de las citadas Enagás y Naturgy –que instalará la primera hidrogenera de Asturias en el polígono de Granda–, EdP ha dado a conocer que proyecta convertir la central de Aboño en un polo de suministro de hidrógeno a la industria. La relación con Arcelor sería clara.

Además, la central de Soto de Ribera también podría acoger proyectos de demostración de este gas renovable. La eléctrica pretende instalar una planta de generación –con un presupuesto de 8,3 millones de euros– en dicho emplazamiento, cuya construcción comenzaría este año. Mientras que Iberdrola, propietaria de la térmica de Lada, también tiene intención de construir una planta de hidrógeno verde en dichas instalaciones. También hay otras grandes empresas asturianas interesadas en ejecutar iniciativas vinculadas a este vector energético. Es el caso de Duro Felguera y Hunosa, que se han aliado con Nortegas para desarrollar proyectos de hidrógeno verde en la zona central. Propuestas que se centrarán en su producción, almacenamiento, transporte, inyección en la red de gas natural y uso en movilidad. Además, Rioglass pretende generar 600 kilogramos al día de hidrógeno en una pequeña planta, que posiblemente se ubicará en Lena.