Arcelor plantea la supresión de 70 empleos en la acería de Gijón con el nuevo horno eléctrico

La compañía se ha reunido este viernes con los sindicatos para abordar la reorganización, que incluye amortizaciones de puestos, tanto por el nuevo proceso, menos intensivo en personal, como por la alta automatización de las instalaciones que se están construyendo.

Los directivos de Arcelor han trasladado su intención de que la negociación se desarrolle de forma ágil y esperan tenerla finalizada a mediados del mes de junio.

Según ha concretado la multinacional, el grueso de recortes serán en el propio horno, alrededor de 50, frente a los 78 que hay ahora mismo en los convertidores BOF. Además, también se verán afectados gruistas, carretilleros y trabajadores destinados al mantenimiento del acero líquido. En total serían unos 60, a los que habría que sumar una decena del anterior plan de ajuste, aún no ejecutado en su totalidad.

Se da la circunstancia de que este anuncio coincide en el tiempo con la presentación de un expediente de regulación de empleo que afectará a 33 trabajadores de la planta de Legasa (Navarra), con el objetivo de cerrar el centro de servicios del acero que tiene en esa localidad y concentrar la actividad en las instalaciones de Salvatierra-Agurain (Álava). La compañía atribuye esta decisión a la situación difícil por la que atraviesa el sector, sumido en una profunda crisis por la debilidad de la demanda, los altos costes, los retos que plantea la descarbonización y la entrada masiva de acero barato extracomunitario.