Electra Norte cumple un siglo «con la luz encendida»

En Asturias, cuenta con un parque fotovoltaico en Ibias y uno eólico en operación en Boal, para el que la empresa tiene entre manos un proyecto de ampliación. En el mismo concejo, tiene un nuevo parque -en fase de promoción- también para generar energía con la fuerza del viento, además de otras iniciativas fuera de la región, según explicó el director general de Electra Norte, Juan Díaz, en el acto de celebración del centenario, en el Teatro Auditorio de Pola de Siero, municipio en el que tiene su sede la compañía. Este miembro de la cuarta generación de la familia recordó, con orgullo, que Electra Norte es «la única empresa de ciclo completo y de carácter familiar en la región», con la dificultad añadida de moverse en un sector «dominado por gigantes», lo que les da alas para «seguir peleando por muchos años más de independencia».

Por continuar siendo «la irreductible aldea», como la definió Enrique Loredo, profesor de Organización de Empresas de la Universidad de Oviedo y consejero externo de Electra Norte durante varios años. Durante su intervención en el acto, apuntó que la empresa tiene ante sí «un escenario favorable» por su tamaño, que le permite tener una mayor flexibilidad, capacidad de adaptación y posibilidad «de llegar antes», puntos en los que la firma «ha demostrado que es fuerte».

En estos aspectos incidió Juan Díaz, quien consideró irrenunciable para avanzar seguir haciendo lo que les diferencia de las grandes compañías: «vínculo total con el territorio, cercanía con los clientes y ser ágiles en las decisiones». En la actualidad, Electra Norte cuenta con 4.500 clientes en el ámbito de la distribución, mientras que la comercializadora da servicio a 4.000 repartidos en Bimenes y Siero. Pero su negocio ha traspasado fronteras, ya que 2008 inició un proceso de internacionalización, con el desembarco en Rumanía y Moldavia, vinculado, sobre todo, a la energía eólica.

Aunque el escenario está marcado por la incertidumbre, en especial en todo lo relativo al sector eléctrico, el director general de Electra Norte quiso enviar un mensaje de tranquilidad: «Seguiremos trabajando aquí, contratando gente de aquí y pagando impuestos aquí». Eso a pesar de que «cada dos o tres años» una compañía de mayor envergadura intenta adquirirla. «Pero mantenemos nuestra independencia, los accionistas lo tienen claro», aseguró. Al igual que se conserva la esencia de un negocio que nació a raíz de que su fundador «tirara un par de hilos desde el pozo Mosquitera a su hogar y quedara maravillado», como recordó su bisnieto.

Vio la luz, literal y metafóricamente, y surgió la idea de extender ese ingenio. Adosada a la vivienda familiar de Candín estaba el edificio que albergaba la oficina, una proximidad que permitió que las siguientes generaciones aprendieran, desde muy corta edad, que «la atención y el servicio público eran marca indeleble de la casa», indicó Mati Díaz. Y quieren que así se mantenga.