Pablo Isla se va de Inditex con 70 millones de euros entre acciones y plan de pensiones

Es sin duda uno de los directivos más exitosos del Ibex-35, pero su salida no implicará igualar las enormes indemnizaciones a las que el mercado se ha acostumbrado en las últimas décadas, especialmente en el sector bancario. Sin embargo, si se suma su participación total en la compañía, la cifra de lo que podría exprimir en el proceso de salida supera los 70 millones de euros.

Para empezar, el directivo acumula 9,025 millones en su sistema de ahorro a largo plazo, según constata el último informe de remuneraciones de la compañía (2020). Una cifra que previsiblemente se mantenga en ese entorno este año, teniendo en cuenta que, tal y como queda constatado en el documento, la empresa no ha realizado aportaciones a ese plan de pensiones durante los dos últimos ejercicios.

Por otro lado, Isla ha ido acumulando acciones de Inditex a través del nuevo plan de incentivos que se puso en marcha en 2019 y que abarca hasta 2023. Según su último informe de gobierno corporativo, el directivo ya habría percibido 161.361 títulos de un primer ciclo y otros 120.172 del segundo. Un total de 281.533 acciones que a precios del cierre del día del anuncio (27,8 euros), estarían valoradas en 7,8 millones de euros. Además, acumula un 0,073% de derechos de voto en Inditex (0,064% de forma directa y 0,009% a través de instrumentos financieros), lo que correspondería a un total de 2,2 millones de acciones. Es decir, todas las acciones que aún mantiene de Inditex tendrían una valoración de 61 millones de euros.

El todavía presidente de Inditex sumaría así esos 70 millones de euros entre su plan de ahorro y las acciones cuya valoración, en todo caso, puede variar y no tiene por qué terminar vendiendo.

Menos generosa sería la indemnización 'pura' percibida si se tiene en cuenta la política que establece la compañía. En concreto, las normas de Inditex apuntan a «un importe equivalente a dos anualidades calculada sobre la retribución fija establecida para el año en curso». Y una de estas anualidades se cobra como compensación por la obligación de no competencia. Aún queda por saber si el directivo podrá acceder a esa indemnización al entenderse que su salida es una renuncia y no un cese. Pero no se esperan problemas en este sentido.

A la espera del cierre del ejercicio, los datos de 2020 pueden dar una idea de la cifra que Isla percibiría por este concepto. Aquel año, cobró 3,25 millones de fijo y otros 2,53 millones en retribución variable. En total, 5,88 millones en metálico que previsiblemente se superen este 2021, con la mejora de resultados respecto a un 2020 marcado por la pandemia. Si solo se tiene en cuenta la retribución fija (con datos de 2020), la indemnización rondaría los 6,4 millones de euros.

El relevo en Inditex también ha hecho pensar al mercado en un posible cambio en la política de remuneración actual, pues Marta Ortega llegará a la presidencia sin el poder ejecutivo que sí ejercía Isla y que ahora pasará al el nuevo consejero delegado, Óscar García Maceiras. El pasado año Carlos Crespo cobró 2,7 millones en el cargo.

El futuro del directivo es aún una incógnita. Sobre todo tras una salida que, aunque lógica ante el relevo generacional deseado por Amancio Ortega, ha sido considerada como «precipitada» por la mayoría de analistas. Algunas voces apuntan a que ni el propio Pablo Isla se esperaba que la decisión se anunciase este año, aunque desde Inditex insisten en que es el mejor momento, con la compañía en la cúspide del sector.

Los inversores dan por hecho que en el Ibex -y en otros mercados europeos- ya se están rifando a Isla que, de momento, guarda silencio sobre a su futuro. «Estos meses me concentraré en asegurar la transición. Después, ya veremos», aseguraba el martes el directivo. Lo único certero es que su destino no podrá estar ligado al sector textil al menos hasta abril de 2024. Según la 'ley' corporativa de la empresa, «el consejero que termine su mandato o cese en el desempeño de su cargo no podrá prestar servicios en otra entidad que tenga un objeto social análogo al de la Sociedad durante el plazo de dos años».