Grifols se hunde otro 9% en Bolsa ante un nuevo golpe de las agencias de rating

Aunque parezcan simples letras, estas notas sirven de presentación a la hora de buscar financiación y, cuanto más bajas sean, peor. Así que el panorama se complica para una empresa que lleva meses luchando contra las dudas en torno a su elevado endeudamiento y su capacidad para hacer frente al pago de sus próximos vencimientos.

Y este último punto es el que más ha preocupado al mercado, después de que tanto Fitch como S&Phayan advertido en sus respectivos informes que la generación de caja libre de la compañía ha sido muy inferior a lo esperado, poniendo en jaque el repago de parte de los bonos que vencen en 2025. En concreto, las mayores dudas se centran en las amortizaciones de dos emisiones por valor de 1.800 millones de euros que, en principio, Grifols debería afrontar en febrero y mayo del próximo ejercicio.

Lejos de amedrentarse, la compañía ha remitido un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que asegura que «Grifols continúa desarrollando su actividad con normalidad y sigue plenamente comprometida con la ejecución de su plan de reducción del apalancamiento a través de la mejora acelerada del ebitda y de los ingresos procedentes de la venta del 20% de Shanghai RAAS».

La empresa espera destinar los 1.800 millones de euros que sacará con la operación –que está ya muy avanzada– a reducir deuda. «Esperamos hacer frente a nuestros vencimientos de 2025 de manera eficiente en la primera mitad de 2024, teniendo en cuenta los ingresos de la venta de SRAAS y otras opciones disponibles», añade la compañía.

Pese a todo, el mercado mantiene las dudas y la compañía se desplomó otro 9,4% tras conocerse la rebaja de rating. La volatilidad se ha instalado en el valor, que estos días ha borrado casi por completo el rebote del 19% que experimentó el pasado 8 de marzo, cuando publicó sus cuentas ya auditadas por KPMG.