El Principado pierde empresas industriales, mientras gana peso en la construcción

En el sentido contrario, la construcción ganó empresas el pasado ejercicio. En concreto, 60 más (+2,53%), hasta las 2.430. Como consecuencia de la crisis de 2008, el sector quedó muy débil y registró grandes pérdidas de sociedades y trabajadores. Pero ha conseguido recuperarse y terminó 2023 con un 19,2% y un 7,3% de sociedades más que en 2013 y 2018. También ha logrado incrementar el número de empleados en ellas: un 4,7% más que en 2022 (842 más), hasta alcanzar los 18.824; suponen una subida del 30,3% y el 12,7% en comparación con cinco y diez años atrás.

Aunque pueda resultar paradójico, la industria asturiana también aumentó la cifra de ocupados en 2023 respecto al año anterior, hasta los 45.409, que suponen 1.453 más (+3,3%). Es una ligera mejoría tras un ejercicio, el de 2022, que resultó sumamente complicado para la industria asturiana -y europea, en general- porque, sin tiempo para haberse recuperado de la pandemia, tuvo que afrontar los efectos de la crisis energética derivada de la guerra de Ucrania. Y ese ansiado restablecimiento aún no se ha producido, si bien la industria asturiana -de la que el 32% de las empresas y el 44% de la población pertenecen al metal- se caracteriza por su resiliencia.

Quienes tienen más complicado resistir en este contexto son las empresas de menor tamaño, para quienes resulta una tarea titánica competir en el mercado global. El hecho de que la cifra de trabajadores aumentó se debe probablemente al buen momento que atraviesan algunos subsectores, como la construcción naval y la fabricación de componentes para las energías renovables. Pero las cifras globales arrojan una caída de 1.556 trabajadores en una década (-3,3%) y 817 en los últimos cinco años (-1,8%), aunque otras estadísticas elevan mucho más esta bajada.

En cuanto al sector servicios, también creció en trabajadores en empresas durante 2023, aunque en menor medida que la construcción y la industria. En detalle, un 2,9% (+5.979), hasta los 211.415. Así, la evolución desde 2013 y 2018 también es positiva, ya que se incrementaron un 23,6% (+40.381 personas) y un 8,3% (+16.263), respectivamente. En cambio, al igual que sucedió en la industria, las empresas registraron un retroceso, al caer un 0,3% (67 menos), hasta las 22.027. Son un 1,4% y un 4,2% menos que hace cinco y diez años. En el caso de la agricultura, el sector añadió doce empresas más -hasta las 670, +1,8%-, aunque los trabajadores cayeron en 23 (-1,1%), lo que evidencia un desplome sostenido en el tiempo.