Los concesionarios asturianos confían en un cierre de año positivo tras una Feria desigual

El gerente de Triocar -concesionario de BMW, Mini y Motorrad-, Alberto Martínez, confirma que las ventas habían sido «iguales a las de los años prepandemia», que suponen en torno al 25% de la facturación anual. Esta mejoría respecto del año pasado se debe a la afluencia de visitantes -741.014 personas, una cifra de récord-, por un lado, y a la disponibilidad de unidades por otro. «Teníamos mucho stock y esto ha ayudado a poder vender igual que otros años», apunta. Los plazos de entrega «se están normalizando y ya estamos volviendo a los habituales, de entre dos y cuatro meses».

Así las cosas, en Triocar esperan «un buen cierre de año» por esta previsión de mayor stock y menor tiempo de espera, lo que previsiblemente «animará» las ventas en los últimos meses de 2022 y «dará un empujón», siempre que la situación económica «no empeore mucho y a la gente no le entra miedo a gastar».

También José María Salazar, director general del Grupo Tartiere -que engloba a marcas como Audi, Volkswagen Seat y Fiat, entre otras-, espera que «la segunda parte del año sea mejor», aunque tiene la misma inquietud por la evolución del consumo. No obstante, confía en que los «volúmenes importantes de coches para clientes que llevan tiempo esperando por ellos» que van a llegar en los próximos meses permitan cerrar con éxito el ejercicio. Aprecia «signos positivos de que las cosas están empezando a enderezarse», como el desbloqueo del stock por parte de las marcas. Unidades que irán a parar, en primer lugar, a «la cartera muy importante de clientes que están esperando por sus vehículos». En este sentido, cree que los plazos de entrega «se van a aligerar», aunque es prudente a la hora de apuntar en qué medida.

Unas perspectivas para la parte final del año que espera que ayuden a compensar las ventas registradas en la Feria de Muestras. Aunque fueron numerosos los visitantes que se acercaron a las instalaciones del Grupo Tartiere, «la intención de compra fue bastante más floja que en los años previos a la pandemia». En líneas generales, los concesionarios calculan que «el mercado cayó un 35%» en comparación con las cifras anotadas antes de la crisis del coronavirus y Salazar asegura que ese porcentaje todavía no se ha reducido.

Samuel Darrosa, gerente de Toyota y Lexus en Asturias, indica que fue una Feria «extraña», pero con un resultado «satisfactorio». Cifra en un 10% la caída de ventas respecto a las conseguidas antes de la emergencia sanitaria, lo que considera un nivel bueno dadas las circunstancias actuales, marcadas no solo por los meses acumulados de falta de microchips, sino también por la guerra de Ucrania. Las marcas aseguran que el volumen de vehículos que llegarán a los concesionarios se va a incrementar por la mayor disponibilidad de microchips, «el problema es cómo esté el mercado a partir de septiembre».

En este sentido, la confianza de los clientes va a ser fundamental a la hora de que el consumo no decaiga cuando llegué el otoño. Respecto a los plazos de entrega, señala que «va un poco por marcas y según determinados modelos, de modo que la horquilla va desde uno o dos meses hasta un año y medio».