El Principado se compromete a dar facilidades para que Ionway decida instalarse en El Musel
La multinacional ha puesto en pausa su decisión de levantar una planta de baterías en Gijón debido a la actual evolución del mercado
El plan para construir una fábrica de componentes de baterías de vehículos eléctricos en El Musel no está ni mucho menos descartado, pero Ionway ... ha decidido congelar por el momento la decisión y madurarla atendiendo al desarrollo del mercado, tal como adelantó ayer EL COMERCIO. La postura de la multinacional, integrada por PowerCo –filial de Volkswagen– y Umicore, supone un jarro de agua fría no solo por la inversión directa que supone, sino porque se considera un proyecto que dinamizaría la economía de la zona, pero desde el Gobierno del Principado aseguran que van a «seguir trabajando para impulsar la inversión empresarial en Asturias, tanto la de Ionway como cualquier otro proyecto».
Respecto al caso concreto de la planta de baterías, fuentes del Ejecutivo autonómico explican que llevan trabajando desde hace meses con la empresa, cumpliendo todos los hitos y compromisos asumidos. El aplazamiento de la resolución por parte de Ionway no se debe, en cualquier caso, a cuestiones burocráticas, puesto que la misma compañía reconoce que la causa es «la dinámica de la industria de los vehículos eléctricos», a pesar de que en el mes de mayo negó que la iniciativa de Gijón formase parte de la revisión de las inversiones que acometerá por el crecimiento más lento de la demanda de materiales para baterías de vehículos eléctricos. Sin embargo, desde el Gobierno del Principado se comprometen a «continuar despejando todos los trámites administrativos necesarios para facilitar su concreción».
A pesar de la situación de 'impasse' en la que ahora se encuentra el proyecto, el Ejecutivo regional que se mantendrá el mismo modo de trabajo que ha regido hasta ahora en esta operación, el de la «colaboración con discreción para favorecer un proyecto que consideramos estratégico para Asturias». No en vano, la inversión prevista para las instalaciones es de 1.470 millones de euros en caso de que se llegasen a materializar todas las fases. Aun así, insisten en que desde el Gobierno asturiano siempre se ha manifestado que «el protagonismo corresponde a las propias empresas y son ellas las que deben decidir el momento adecuado para confirmar sus proyectos de inversión».
De hecho, la relación con el Ejecutivo regional es estrecha, pero no ocurre de igual forma con el Gobierno central. El Ministerio de Industria no ha mostrado la misma receptividad y los contactos de la compañía con los responsables del departamento liderado por Jordi Hereu no han tenido la respuesta esperada.
Efecto tractor
La colaboración de las administraciones con las empresas para conseguir optimizar los fondos europeos es clave. Sobre todo, en el caso de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), llamados a dinamizar el tejido productivo a partir de iniciativas que puedan ejercer un efecto tractor sobre el conjunto de la economía.
Esta pausa se produce apenas unos días después de que la Consejería de Transición Ecológica autorizase la declaración de impacto ambiental de la planta en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA). De hecho, las mismas fuentes remarcan que el Gobierno del Principado, incluso, se ha adelantado al cronograma establecido en esta cuestión. De este modo, se daba un paso decisivo para la materialización de una iniciativa que tiene 455.141 metros cuadrados reservados en los terrenos de la ampliación portuaria de El Musel.
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