El sector energético prevé un semestre «crítico» para fijar el nuevo control de emisiones

Los próximos meses serán críticos para la configuración del mercado energético español, uno de los principales actores en el tablero económico del país por su importante peso en la estrategia industrial y, también, en la factura mensual de las familias. Esta situación se explica con la revisión de los tratados relativos al cambio climático y al modelo energético que coincidirá con el cambio de década. La primera negociación ya se está librando entre los distintos agentes implicados con la confección del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), cuyo borrador ya se remitió a la UE con un planteamiento muy «ambicioso» en lo relativo a la reducción de emisiones y en la apuesta por las renovables.

«Estamos en un momento clave. Nos encontramos en pleno proceso de revisión de los tratados, con un contexto muy complejo y con la certeza de que Europa debe liderar esta apuesta por la innovación a nivel mundial», resume Arcadio Gutiérrez Zapico, director general del Club Español de la Energía, que engloba a las principales empresas nacionales del sector. Lo hizo en los Cursos de la Granda, que ayer versaron sobre 'Fuentes de energía y cambio climático. Una transición global y justa de la industria energética'.

Gutiérrez, en este sentido, indicó que el consumo de energía sigue al alza en el país -con un aumento del 2,3% en el último ejercicio- y que, después de varios años de estabilidad, las emisiones volvieron a crecer el pasado año. «El Gobierno central está en funciones, pero las personas y los sectores necesitan que se vuelva a legislar. Habrá que negociar también con el conjunto de los países miembros ese plan para cada uno de nosotros, por eso estamos en un momento crítico», aseveró.

Eduardo González Fernández, subdirector de la Oficina Española del Cambio Climático, perteneciente al Ministerio de Transición Ecológica, también acudió a La Granda para defender el primer borrador del plan remitido a la UE -«es el mejor valorado de entre los países miembro»- y mandar un mensaje a aquellas voces que alertan sobre una destrucción masiva de empleo vinculada a la 'descarbonización exprés'. «La lucha contra el cambio climático no implica frenar el crecimiento económico. El ejemplo es que en las últimas décadas la UE creció un 53% reduciendo sus emisiones un 23%», argumentó.

El consejero director general de EdP España, Javier Sáenz de Jubera, llamó a contar para la próxima legislación con «todas las partes» implicadas en el debate energético. Así, señaló que es importante «avanzar en la electrificación de la energía» y recordó que Asturias, debido a sus características industriales y de generación termoeléctrica, deberá contar con una atención especial para no quedar descolgada. En este sentido, el autoconsumo será clave para democratizar el acceso a la energía y crear nuevas oportunidades.

En representación de los sindicatos acudió el secretario general del SOMA-Fitag-UGT, José Luis Alperi, quien incidió en la necesidad de aprovechar «territorial y sectorialmente esta coyuntura». A su juicio, con «voluntad política» todo proyecto puede salir adelante, y en Asturias lo que urge es la creación de empleo en las zonas más deprimidas. Según cifras aportadas por el sindicalista, la transición ecológica creará 1.500 millones de trabajos en todo el mundo. Para atraer estos puestos de trabajo, añadió, será preciso que tanto instituciones como empresas pongan de su parte para cambiar la región. «El binomio de la financiación público-privada debe funcionar», afirmó.