14.000 empleados y una cifra de negocio de 2.200 millones de euros

Ilva es el grupo siderúrgico más importante de Italia y cuenta en Taranto con la planta de acero más grande de Europa y una de las mayores del mundo. Se trata de uno de los gigantes de la industria del viejo continente, que el año pasado produjo 5,8 millones de toneladas de acero (de las que exporta un 44%), aunque tiene capacidad para ocho millones. En sus quince unidades productivas suma alrededor de 14.000 trabajadores.

Sin embargo, durante los últimos años ha atravesado no pocos problemas ocasionados, en parte, por sus altos niveles de contaminación y su dificultad para cumplir con las nuevas normativas medioambientales. La empresa se encuentra, tal y como define en su página web, «bajo administración extraordinaria». Desde enero de 2015, la compañía se considera «una empresa estratégica de interés nacional, que ha entrado en el régimen de administración especial reservado para las grandes» firmas. Se trata, según reza la dirección, de «una medida necesaria para proteger un patrimonio industrial de gran interés y asegurar la continuidad de la producción, dentro de los límites establecidos, y el desarrollo de las obras de remodelación que prevé la Autorización Ambiental Integrada (AIA)».

Su mayor valor son las instalaciones de Taranto, que se encuentran en una posición absolutamente central en el sistema de producción de Ilva y que se han convertido, desde su puesta en marcha el 27 de noviembre de 1964, no solo en un «recurso estratégico», sino también en un actor importante de la economía italiana. Su labor es integral. Es decir, parte de las materias primas, principalmente mineral de hierro y carbón, hasta la fabricación de productos terminados de acero.

Otros centros

Ilva cuenta, además, de Taranto, con otros dos centros de producción. El de Génova es el único en Italia capaz de producir hojalata electrolítica y placa de cromo. Diseñado al final de la Segunda Guerra, inició su actividad en 1953. Hoy es, debido a su ubicación estratégica, el vínculo natural con los mercados del norte del país y de Europa. El pasado mes de junio, se acometieron unas obras de modernización que supusieron una inversión de ocho millones y entró en funcionamiento una nueva línea de galvanizado (ZIN5), que en la actualidad tiene una capacidad de producción de 450.000 toneladas al año de acero galvanizado.

Por último, Novi Ligure es en la actualidad la única planta del grupo dedicada a la fabricación de acero para el sector de la automoción. En 2010, entró en funcionamiento su nueva línea de galvanizado en caliente (ZIN4), diseñada para la producción de aceros de alta calidad, «capaz de satisfacer los requisitos cada vez más exigentes del mercado de la automoción», señalan desde la compañía. Además, se fabrican materiales para otros muchos sectores: tambores, componentes para electrodomésticos, tuberías de muebles o equipos de higiene sanitaria, entre otros. Tiene una capacidad de producción que ronda los dos millones de toneladas anuales de producto terminado.

La adquisición del grupo permitiría a ArcelorMittal y a su socio italiano Marcegaglia blindar el mercado italiano del acero e impedir el paso a otros competidores.