Un cese de actividad que arrastra otros empleos y negocios

Como fichas de dominó, si cae una empresa, sus damnificados no son solo sus trabajadores. En el caso de la factoría avilesina de Alcoa, la preocupación no solo cunde en sus 317 empleados. Hay alrededor de 150 más que acuden cada día a la planta, aunque pertenezcan a compañías auxiliares, además, los responsables de varias empresas hacen números sobre cómo afectaría el cierre a su balance. En algunos casos, las cuentas dejan de cuadrar.

Según ha podido saber este periódico, la multinacional aún no se ha puesto en contacto con las firmas que colaboran en la actividad de la factoría de San Balandrán para informarles de su deseo de cierre. Ni contratistas ni auxiliares han recibido una comunicación oficial.

Según estimaciones de CC OO de Industria, el 10% de la facturación de Química del Nalón se corresponde a la brea líquida que vende a Alcoa y que viaja en cubas calefactadas desde Trubia a Avilés. Se trata de un producto que no puede perder temperatura, por lo que necesita de un cliente cercano y sería difícil de colocar en otro mercado.

Además, el sindicato cifra en tres millones de euros la facturación que perdería Imasa, que cuenta con 40 empleados en la factoría, y en 1,5 millones la de Jofrasa, que tiene 35. Isotrón, por su parte, tiene una decena de trabajadores en Alcoa y Pasek, que se encarga de la reparación de los hornos, dispone en las instalaciones de entre cuatro y seis personas, dependiendo del momento. Asimismo, General de Alquiler de Maquinaria cuenta con dos empleados y Man con otros dos. Además, Prosegur destina diez vigilantes a la seguridad del complejo.

El transporte sería otro sector muy afectado por el hipotético cierre de Alcoa. Cada día salen unos 20 camiones con aluminio de la planta y otra veintena traslada otros productos. Además, una vez a la semana llega un barco que trae la alúmina que se produce en la factoría que tiene la multinacional en San Ciprián (Lugo), el único complejo que no quiere cerrar.

«Alcoa es una empresa absolutamente asentada en la región y su cierre afecta directamente a otras muchas compañías», resalta el secretario general de CC OO de Industria, Damián Manzano, que eleva el impacto de la decisión muy por encima de los 317 empleados de plantilla.

Además, hay otras compañías que podrían verse afectadas. Según fuentes consultadas por este periódico, Talleres Difer, especializada en soldadura y mecanizado, tiene alrededor del 80% de su carga de trabajo ligada a Alcoa, y Comefa también cuenta con cinco empleados que desarrollan su actividad en la planta avilesina.