Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, nuevos retos frente a la pandemia

La covid 19 ha impactado en todas las facetas de la vida y el entorno laboral no está exento de los riesgos que han puesto en jaque al mundo y detenido la economía mundial. Por eso, en el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, la Organización Mundial del Trabajo (OMT) se centra este año en los peligros y retos que ha supuesto la llegada del virus.

La pandemia ha expuesto a todo el personal laboral al riesgo de infección. Algunos colectivos están especialmente expuestos, como aquellos que prestan servicios de emergencia, los sanitarios y los trabajadores sociales. Los lugares de trabajo, inclusive las interacciones laborales y el transporte también se han convertido en fuentes de brotes, lo que puede atribuirse a la dificultad de practicar el distanciamiento físico en espacios interiores y a la escasa ventilación.

Además del riesgo de contraer el nuevo coronavirus, han nacido nuevos peligros o se han intensificado otros. La OMT cita, en concreto, tres: el aumento del estrés laboral y de la violencia y el acoso y advierte de que las nuevas prácticas y procedimientos adoptados para mitigar la propagación del virus pueden crear nuevos riesgos, incluidos «químicos, ergonómicos y psicosociales».

Los entornos de trabajo cerrado suponen, según las cifras que maneja la organización, una probabilidad 18,7 veces mayor de transmisión en comparación con el aire libre. El 14% de las infecciones se han producido entre personal sanitario y siete mil profesionales del sector han muerto en todo el mundo.

Uno de cada cinco empleados de este área ha informado de síntomas de depresión y ansiedad y el 65 por ciento de las empresas de distintos sectores de actividad confiesa que el buen estado de ánimo de los trabajadores ha sido difícil de mantener desde que hace un año estallara la pandemia.

La Red de Expertos en Seguridad y Salud en el Trabajo del G20, realizó una encuesta en 12 países, entre ellos España, para conocer las medidas adoptadas para frenar la propagación del virus en el trabajo.

Según las respuestas obtenidas, en el 73% de los lugares se implantaron actuaciones respecto a la ventilación, en el 64% barreras físicas entre empleados y en ese mismo porcentaje señalizaciones en el suelo para gestionar los flujos de circulación de las personas.

El 82% de las empresas implantó el teletrabajo, un 80% las reuniones virtuales, un 70% el distanciamiento físico, el 64% invirtió en formar a sus trabajadores y un 63% reorganizó los turnos. Los viajes no esenciales fueron suspendidos en un 73% de los casos.