El Gobierno central reconoce que el anuncio le pilló por sorpresa

El Gobierno aún no ha tirado la toalla por la factoría leonesa de aerogeneradores de Vestas, para la que busca inversores, y tiene ante sí un frente de aún mayores dimensiones. El anuncio de cierre de las plantas de Avilés y La Coruña por parte de Alcoa, que puede dejar en la calle a casi 700 trabajadores de forma directa, llegó ayer por «sorpresa» al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Según reconocieron desde el departamento que dirige Reyes Maroto, nada hacía prever que el grupo americano tomara una decisión de ese calibre, sobre todo, tras haber mantenido contactos en los últimos tres meses, en los que nunca se informó de una posible decisión en ese sentido.

Así, Industria reconoció ayer, además de su sorpresa, su «preocupación» ante la decisión de Alcoa. De hecho, ya ha solicitado más información para contribuir a buscar una solución a esta situación, motivada por la falta de inversiones y los problemas estructurales heredados desde 2014, según señalan fuentes ministeriales, que califican de «decisión unilateral» el anuncio de cierre.

El departamento de Maroto también ha trasladado a la empresa que inicie un proceso de negociación para buscar alternativas con el objetivo de mantener la capacidad productiva de ambas plantas. En este proceso, agregó el ministerio, el Gobierno trabajará junto con el resto de administraciones públicas afectadas y los agentes sociales. Tanto el Ejecutivo asturiano como el gallego ya han anunciado que se coordinarán para analizar la situación y tomar las medidas que consideren pertinentes.

El departamento de Maroto no ha sido el único en pronunciarse. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, puso ayer en duda los argumentos esgrimidos por Alcoa para justificar los cierres de dos de sus tres factorías en España, una explicación que, según señaló, «no cuadra» y advirtió de que su decisión puede llevar a revisar y retrasar la próxima subasta de interrumpibilidad, un mecanismo del que se ha beneficiado Alcoa en los últimos años, recordó.

En una entrevista radiofónica que recogió Efe, la ministra reconoció también la sorpresa por el anuncio, que llegó sin previo aviso al Gobierno, y señaló que habrá que revisar con la empresa cuáles son los motivos reales de ese cierre, cuando sus balances todavía venían presentando beneficios. «Algo no cuadra en esta operación y, sin embargo, sí sabemos que de las tres plantas que tienen en España justo cierran las dos en que no han acometido inversiones de mejora en los últimos años», receló Ribera, que insistió en que hay algo que «más bien parece estar centrado en la propia estrategia y abandono de inversiones de la multinacional».

Respecto a que Alcoa alegue el alto precio de la electricidad para cerrar esas dos fábricas, la ministra manifestó también que España cuenta con un marco de acompañamiento a la industria electrointensiva para sus costes eléctricos, las subastas de interrumpibilidad, y recordó que Alcoa ha sido una o la principal beneficiaria en los últimos años en el volumen de potencia interrumpible adjudicada en estas pujas. De hecho, el Ministerio para la Transición Ecológica estaba ultimando la convocatoria de la próxima, y explicó que se han quedado «un poco parados» por si decide no participar, lo que igual hace que haya que «ralentizar» la convocatoria y volver a repensar sus términos.

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