«Con el escándalo de los trenes se ha visto muy bien la posición de firmeza de Asturias»

-Ha sido una legislatura compleja, con la pandemia, la guerra, la crisis de las materias primas, los incendios... ¿Le ha pasado factura?

-Teniendo en cuenta que sigo siendo el político mejor valorado, tengo que reconocer que, cuanto menos, siento el cariño de la calle. Dicho esto, decidir no es algo fácil y siempre genera desgaste. Decidir no es fácil y, por ejemplo, yo en la pandemia opté por salvar vidas frente a todo lo demás. Y eso claro que ha supuesto un desgaste.

-¿Las movilizaciones en materia sanitaria le están estropeando la campaña?

-Hay un matiz importante. En otras comunidades, a esos mismos sanitarios, que están saliendo a la calle en toda España, se les insulta. El presidente o la presidenta autonómica los insulta por hacer política electoral y yo, sin embargo, he pedido a todo el área de salud que se siente a negociar. De hecho, hemos acordado ya con todos los sindicatos.

-Los retrasos de la variante y el escándalo de los trenes tampoco ayudan...

-No, claro que no ayudan, desde luego. Pero yo creo que ahí se ha visualizado muy bien la posición de firmeza del Gobierno de Asturias. En el caso de los trenes de cercanías de la antigua Feve, lo cierto es que, después de una dura negociación con mucha bronca y con mucha crispación con el Ministerio de Transportes, hemos conseguido tener cercanías gratis mientras no recibamos los trenes, y la renovación total de la flota. Por encima de todo yo soy asturiano y me enfrento a ministros de mi partido con toda la legitimidad que me da ser el presidente del Principado.

-Con la promesa del vial de Jove, ¿ya ha perdonado a la ministra?

-Yo quiero verlo como una recuperación de la credibilidad perdida del Ministerio de Transportes con Asturias, sinceramente. Porque, con el tema de la variante, creo que han tenido una crisis importante de credibilidad. Ellos fijaron ahora la fecha de noviembre y ya les advertí de que espero que la traigan trabajada. Pero es verdad que el vial es una buena noticia para Gijón: 236 millones en algo de lo que se llevaba hablando décadas. Estoy muy orgulloso de haberlo conseguido junto con el Ayuntamiento.

-¿No cree, en todo caso, que se anunciara en plena campaña es un poco reprobable?

-Había un problema grave de financiación. Ojalá lo hubieran anunciado hace unos meses, yo lo hubiera preferido, porque soy de los que creen que los anuncios en campaña nunca son buenos porque tienen menos credibilidad que si se hacen meses antes. Ya que, aunque en el momento en el que se licita una obra ya no hay marcha atrás, a ojos de los ciudadanos tiene menos impacto. A mí no me gustan. Otra cosa son los compromisos electorales, que los hay que adquirir.

-Poco se está hablando de la oficialidad en esta campaña. ¿Ha pasado a un segundo plano porque hay otras prioridades?

-Quizá algún partido se ha dado cuenta de que no le rentabiliza electoralmente como pensaba. El PP hace muy pocos meses estaba obsesionado con el 'no a la oficialidad', aunque en privado digan que sí están a favor, pero creo que ahora están intentando pasar de puntillas el tema.