PP y Foro, más enfrentados que nunca

La llegada de Alberto Núñez Feijóo a la dirección nacional del PP, el nombramiento como candidato a la Presidencia del Principado de Diego Canga -un político independiente ajeno a las viejas rencillas políticas entre PP y Foro-, la salida de Francisco Álvarez-Cascos de Foro y la previsible desaparición de Ciudadanos parecía el cóctel perfecto para la reunificación del centro derecha asturiano. De hecho, el PP llegó a poner encima de la mesa la posibilidad de acudir al 28M en coalición con Foro, aunque fue una propuesta truncada desde el primer momento. Ahora, en plena campaña, la lucha entre ambas formaciones se ha recrudecido hasta tal punto de que parecen más enfrentadas que nunca. El secretario general de Foro y candidato autonómico a la Presidencia, Adrián Pumares, lleva días sacando los cuchillos contra el PP; su candidato, Diego Canga e, incluso, contra su líder nacional, Alberto Núñez Feijóo. La semana pasada, Pumares pedía las actas del comité de sabios de Javier Fernández, del que formó parte Diego Canga, para saber «qué tipo de recomendaciones» hacía antaño el alto funcionario de la UE al entonces presidente, y cargaba contra el PP nacional al entender que no le está dando a Asturias la importancia que se merece. «Su líder visita Asturias a principio de la campaña electoral para quitársela ya de delante», criticó.

Los populares no se han quedado con los brazos cruzados y, pese a que están llamados a entenderse para gobernar en plazas tan importantes como Gijón, o incluso Asturias, si el bloque de la derecha superase a la izquierda, no han dudado en contraatacar. Canga apela siempre que tiene ocasión al voto útil y advierte del riesgo de «perder votos» en formaciones que podrían quedarse fuera de la Junta, y el propio Alberto Núñez Feijóo calificó de «raro» que haya partidos -en clara alusión a Foro- que pidan el voto para su candidato, pero que quieran que gane el PP. En este sentido, el diputado y número cuatro de la candidatura de Canga, Pablo González, advirtió en sus redes sociales de que «votar Foro no es votar al PP». «Por si alguien tiene dudas, votar Foro es votar en contra del Gobierno de Feijóo. Es algo de su ADN, detestan al PP. Están en su derecho, pero que quede claro que votar Foro no es votar al PP», incidió el también presidente del PP gijonés. «Gijón necesita un gobierno plenamente alineado con el Gobierno de España. Y Foro siempre obstruye, siempre boicotea, siempre lo para todo... Y siempre le echa la culpa a los demás. Eso sí, con una buena y beatífica sonrisa», apostilló González, consciente de que la candidatura de Carmen Moriyón en Gijón podría hacer mucho daño a su compañera de partido y candidata en esta ciudad, Ángela Pumariega.

En general, los partidos están redefiniendo su estrategia antes incluso de llegar al ecuador de la campaña al comprobar que, pese a que todos los sondeos dan como ganador al socialista Adrián Barbón, existe en este momento un equilibrio entre el bloque de la izquierda -PSOE, Podemos e IU- y las fuerzas políticas de la derecha-PP, Ciudadanos, Foro y Vox- que deja abierto cualquier escenario el 28M. Esto ha hecho que el equipo de Adrián Barbón, que hasta ahora había centrado todos sus esfuerzos en atacar al candidato popular, haya recuperado su estrategia de 2019, azuzando el miedo a la ultraderecha. Esta vez no por su irrupción en la Junta, sino por su posible entrada en las instituciones si la derecha consiguiera sumar mayoría. El también secretario general de la FSA, Adrián Barbón, mostraba ayer su preocupación porque Vox «moviliza más» que el PP en Asturias, tras ver cómo el pasado lunes escogió el hall del Palacio de Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo para el mitin con Alberto Núñez Feijóo, mientras que Vox llenó en otra ocasión el auditorio grande.

IU, por su parte, mantiene su estrategia, volcada no tanto en cargar tintas contra la derecha, sino en trasladar a la ciudadanía la necesidad de que la coalición forme parte activa en el próximo gobierno autonómico para frenar la influencia del sector empresarial en el PSOE. No obstante, ya hay voces internas que ven necesario un cambio en la estrategia, al comprobar, según pasan los días, que su discurso no está convenciendo a los antiguos votantes de Podemos. También dirigentes socialistas se quejan de que la coalición gaste toda su munición contra fuego amigo en lugar de dirigir sus mensajes hacia el enemigo común, la derecha.