De votar en plena romería a descansar con Mafalda
Votar en verano da pie a momentos curiosos, como hacerlo en plena fiesta o acudir a dejar la papeleta con sombrilla de playa
Los colegios electorales asturianos estuvieron muy animados durante toda la jornada electoral, cuando muy buena parte de los electores se lanzaron a cumplir con su derecho, para disfrutar del asueto el resto del día. También hubo quienes apuraron el día al máximo y llegaron a votar sobre la bocina, casi a las ocho de la tarde... o después. Alguno se quedó sin poder votar por apenas unos minutos. De lo primero era ejemplo el caso del colegio gijonés de Los Campos, donde pasada la una de la tarde en una de las mesas ya habían votado más del 40% de las personas censadas. Eso sí: por allí había quienes no querían ejercer su derecho al voto, pero sí que se acercaron para pedir el justificante para poder presentarlo en su puesto de trabajo.
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La jornada transcurrió con total normalidad, a excepción de los habituales problemas para encontrar la mesa correspondiente dentro del colegio. Por cierto, que el hecho de que los colegios electorales son mayoritariamente eso, colegios, dio alguna imagen simpática, como la Mafalda del Colegio Público Pablo Miaja, de Oviedo, que parecía una interventora más en los momentos de descanso.
Aunque hay algunos que la encuentran sin problema porque se topan allí mismo con toda su familia. En el colegio Público Turiellos de La Felguera le tocó mesa a una madre, Olga Muñiz, y a sus dos hijos mellizos, Jesús y Carlota Llaneza. Ella era la presidenta de la mesa y ellos los vocales y, pese a las circunstancias, estaban encantados, pues el día estaba transcurriendo sin ninguna incidencia reseñable. «A ninguno de los tres nos había tocado nunca antes mesa electoral, pero lo llevamos lo mejor posible», contaban.
Su casa estuvo vacía y, por eso, pensando en situaciones como la suya, en la tienda de ultramarinos del barrio gijonés de La Arena El Almacén de Firpo amanecieron con un cartel en el que ofrecían 'Empanada de bonito y todos a votar'. Los hubo que, en todo el domingo, ni pasaron por casa porque estuvieron de fiesta. Pasó en Santiago de Ambiedes, en Gozón. En la puerta de su colegio electoral se celebraba la fiesta del pueblo, así que entre culín y culín, tocaba ir a las urnas. Igual que en Celorio, donde se celebraba la fiesta del Carmen, y no pocos votantes acudieron vestidos de porruanos o de llaniscas. Una situación idéntica a la que se dio en Sabugo, donde también estaban celebrando las fiestas de Santa Ana. Allí fueron muchísimos los vecinos que votaron con indumentaria festiva.
La hija de Víctor Manuel, romanos y algún borracho
Las excusas para evitar formar parte de una mesa electoral son variadas, pero ser famoso no es uno de los motivos. El electorado que tenía que depositar su voto en uno de los colegios de Madrid se encontró a la actriz Marina San José, hija de Ana Belén y Víctor Manuel, en la mesa . Tampoco faltaron los disfraces. De emperador romano llegó el alcalde de Saldaña. Precedido por tres generales romanos y seguido por una corte de unas siete cortesanas. En su descargo, decir que venía del 'mercado romano' que cada año hace esta población palentina. El otro alcalde disfrazado era Jordi Jordan, regidor de Tortosa, en Tarragona, con un traje de villano «en medio de la Festa del Renaixement». El glamur lo puso 'icOnyx', vocal de mesa que acudió como Onyx, «como incentivo al voto queer».
Otra tradición: varios acudieron a cumplir su deber de miembro de mesa en malas condiciones. No hay alcoholímetros en los colegios, pero un vocal en Ávila y dos suplentes en Salamanca fueron declarados incapacitados.
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