«Pablo y Marieta son dinamita, teníamos que contar su historia»

Es una realidad ficcionada. Pero es verdad, es autenticidad, es naturalidad lo que derrocha 'Subterranean', la película que Gabriel Velázquez y Manuel Matanza estrenan en el FICX en la selección oficial Albar. Narra la peripecia de Marieta y Pablo, una pareja que dio carpetazo a una vida acomodada de traje y oficina en Madrid para emprender la aventura americana y dedicarse a la música, primero en México y después en Los Ángeles, en EE UU.

El porqué de la historia está claro desde el minuto cero: «Estos personajes lo merecían, yo a Pablo lo conozco desde la infancia, él trabajaba en un banco y en cuanto salía se quitaba la corbata y se ponía hacer música. Marieta trabajaba en Ifema. Y de pronto deciden lanzarse a vivir como dos trotamundos en Los Ángeles. Queríamos seguirles y contar su vida», resume Gabriel Velázquez.

La idea partió de Gabriel, que siempre quiso que Manuel participara y ejerciera como codirector. Y un día, después de pasar por el festival de Toulouse, decidieron que sí. «Era el año 2014, con 'Ártico' fuimos a varios festivales, Berlín, la Seminci, San Sebastián. Y a la vuelta de Toulouse, decidimos que había que hacerla, porque teníamos la historia en el corazón, en el estómago», resume el realizador salmantino que dos años atrás participó en el FICX con 'Zaniki'.

Y se fueron a Los Ángeles con el guion listo para hacer la película, aunque en muchas ocasiones los dos protagonistas emergieron por encima de lo que los directores ordenaban. «Los personajes son de verdad, son así, discuten mucho, se quieren muchísimo, pero nosotros recreamos circunstancias para crear situaciones, de modo que es una puesta escena, es ficción», explica Manuel Matanza. Aunque en realidad también hay una parte importante de improvisación a la que refiere Gabriel: «Éramos como 'El hombre y la tierra', poníamos la cámara y a los cinco minutos ellos se metían en su propio papel y se olvidaban de lo que habíamos dicho o lo incorporaban de manera natural».

Luego hay verdad, pero hay situaciones guionizadas y un amplio trabajo de montaje. «Son dinamita», concluye Manuel sobre dos personajes que además se exponen muchísimo en pantalla. «Ellos están encantados, les encanta el show, la perfomance, pero se nos volvieron un poco 'stars' durante el rodaje, tenían que estar bien emocionalmente, porque si no no funcionaba», explica Gabriel.

La película la vieron ayer, justo cuando se estrenó en el FICX. «Nos da pena no estar en Gijon», proclama Manuel, mientras Gabriel no niega la decepción: «Con el subidón que teníamos, estas semanas han sido lo peor sabiendo que no podíamos ir, en Gijón somos felices».

El rodaje fue intenso.Pero también tuvo su parte de disfrute. «Rodamos 17 días, íbamos Gabriel y yo solos cargando con todo el equipo, la misma noche que llegamos nos fuimos a grabar un concierto, todo el tiempo con la lengua fuera», narra Manuel, quien recuerda que por contra se encontraban en la gran capital del mundo del cine con los grandes rodajes «con veinte camiones y cincuenta motos».

Y en ese par de semanas, charlas, música y lo que surgiera. Sin ideas preconcebidas. «Queríamos ir vírgenes y retratar lo que nos llamara la atención. Fuimos a muchos sitios alternativos, con una fauna impresionante, con ese colorido, me recordaba mucho al Madrid de los 80, gente disfrazada, muy happy, por eso es muy colorista», señala Matanza.

Lo más complicado llegó a la vuelta. «El montaje ha sido lo más difícil», dice Gabriel, mientras Manuel detalla que con tantas horas de grabación había muchas posibles películas, aunque todas conducían al mismo lugar: «Queríamos mostrar dos personajes que nos parecen maravillosos, con una relación muy intensa y ver cómo se buscan la vida, ese no renunciar a su sueño, seguir intentándolo».

Tras el estreno 'online' del FICX, esperarán a ver qué nos depara la pandemia para poder montar pases presenciales en Madrid y Salamanca con concierto de nuestros protagonistas incluido. El cuándo es una incógnita. Ellos esperan también poder hacer una proyección en sala en Gijón cuando sea posible. Mientras tanto Gabriel trabaja ya en la segunda parte de 'Análisis de sangre azul' y Manuel se centra en dar visibilidad de 'Subterranean'. No es buen momento para el cine.

–¿Es jodido hacer cine en tiempos covid?

–Es muy jodido hacer cine. Hay amigos que han parado los rodajes. Nosotros podemos porque al final es sacar de una aventura una película y eso se podrá seguir haciendo.