Naviega Cerveza Artesana: el sabor del occidente asturiano

El occidente asturiano sabe a queso de Oscos, Afuega'l pitu y Cabrales; también a sidra Solleiro, a morcillas Santulaya y, desde hace quince años, a Cerveza Artesana Naviega. Y es que corría el año 2005 cuando Mónica Fernández (1974) y su marido, Ricardo Suances (1971), decidieron emprender el camino de apostar por un negocio familiar, convirtiendo su 'hobbie' en una forma de ganarse la vida.

Porque este matrimonio comenzó haciendo cerveza en casa para consumo propio, que luego compartió con familia y amigos que cada vez demandaban más, hasta que tuvieron que trasladar la fabricación de su cocina al sótano, en lo que fue un aumento de producción necesario que en el año 2014 precisó de nueva infraestructura. Fue entonces cuando cambiaron su caldero de 30 litros por unas ollas de 50, un momento de inflexión que sumó el exceso de remanente para consumo propio con que Mónica se quedó en el paro: «Llega un momento en el que te planteas el futuro, tuvimos una niña y lo más cómodo era que yo estuviera en casa, pero a la vez, trabajando, así que dimos el paso«.

Pero los comienzos no fueron fáciles. Porque a pesar de que Mónica y Ricardo aprovecharon el auge de la cerveza artesanal, en un momento en el que este producto no existía en el occidente asturiano, tuvieron el proyecto parado dos años por falta de subvenciones. Aún así, comenzaron a comercializar su cerveza en 'La Casa Azul' de Occidente, un grupo de consumo que trabaja con productos locales, ecológicos, y en el que tuvo una inmejorable acogida.

Pero su puesta de largo fue en el mes de diciembre de 2017, cuando el producto llegó al mercado, una cerveza artesana que, única en su territorio, con un buen proyecto de marketing que incluía un 'packaging' personalizado, funcionó. Algo que se ha repetido durante el confinamiento gracias a una constante gestión de redes sociales y una buena presencia en internet que incluye la presentación de cada uno de sus productos, entre los que se incluye la cerveza sin gluten (guiño a la propia Mónica, que es celíaca).

Entre la afianzada clientela de Cerveza Artesana Naviega, a la que no paran de sumarse adeptos, pues durante el mencionado confinamiento las ventas aumentaron entre un 20 y un 30%, se encuentra el nombre de Paco Ventura, guitarrista de 'Medina Azahara', a quien guardan un cariño especial porque ha sido parte del proyecto desde el principio. «Quiso que le hiciésemos una especial, con un toque de pimienta, se la producimos y la estuvo vendiendo él entre el club de fans. Nos acompaña desde que empezamos», cuentan.

Y es que la Cerveza Artesana Naviega sigue saliendo desde el sótano de la casa de Mónica y Ricardo, lo que compaginan con el cuidado de su hija y, el propio Ricardo, con su otro trabajo. Un proyecto que les ha permitido conciliar su vida laboral y familiar, pero también abrirse a un emprendimiento que, a veces, no se lo ha puesto nada fácil. «En Asturias hay muchas ayudas, pero ponen muchas condiciones y exigen mucho papeleo. Encontramos muchos problemas con las subvenciones, primero porque mi proyecto no encajaba, luego porque algunas ayudas no se cobran enteras... Por suerte, hemos salido adelante. El hecho de no tener que pagar local, porque tenemos espacio de sobra, es una ventaja importante. Hemos invertido en maquinaria pero eso es todo«.

Y es que en un momento en el que el país se paraba, ellos se quedaron sin 'stock' por el volumen de ventas, llegando a vender sobre fermentador: «Estaba la producción vendida antes de que fermentase». Un éxito que no es casualidad, pues Cerveza Artesana Naviega resultó ser una de las tres mejores marcas de cerveza de España en el año 2019 en la página 'Cervezas Frías'. Allí, los clientes y los seguidores votan sus productos favoritos, lo que supone todo un reconocimiento que para Mónica es el seguro de que lo están haciendo bien, así como el motivo de que confiese: «Yo emprendería una y mil veces en Asturias».