Cócteles calientes para el invierno

Degustar vino y sidra calientes es una costumbre muy arraigada en centroeuropa, donde los inviernos dan poca tregua y se persigue todo lo que ayude a templar el cuerpo. Borja Cortina bebe de esta tradición y la acerca a estas latitudes bajo la premisa de que la coctelería no es solo cosa del ocio asociado a días soleados. El 'bartender' al frente de la gijonesa coctelería Varsovia propone en estas páginas tres combinados perfectos para días fríos.

Uno de ellos es El Llar, que recibe este nombre porque resume la esencia del hogar. Es el fuego y la lumbre de la cocina tradicional asturiana, el gancho debajo de la chimenea en la que se cocinaba y donde tradicionalmente trascurría la vida doméstica. El cóctel lleva vermú de sidra, bourbon y sidra natural especiada con sirope de agave, canela, clavos de olor y pimienta jamaicana, entre otras cosas.

Las especias juegan un papel importante en todas las propuestas calientes. En países como Estados Unidos, Canadá o Inglaterra suelen preparar la sidra con canela, naranja, manzana, nuez moscada, clavo, mantequilla... La costumbre por estos aderezos no es nueva, hasta las tropas del imperio romano escogían bebidas aromáticas calientes, como el 'conditum paradoxum', elaborado a partir de vino, en sus constantes viajes.

El Hot Grog es otro de los tragos propuestos por Borja Cortina. Lleva miel -remedio natural en días fríos-, ron tostado, zumo de lima y agua caliente. Y el Hot Toddy, bebida usual en las novelas de Charles Dickens, mezcla whisky escocés con miel, zumo de limón, sirope de azúcar, clavos y agua caliente.