«El precio de la sidra debería subir todos los años»
gonzalo fanjul, copropietario de llagar quelo ·
El llagar vaticina un 2021 duro en el que tocará resistir y tratar de cubrir gastosANA SEGURA
Jueves, 14 de enero 2021, 09:47
La sidra es una bebida social. Icono y símbolo de una tierra, 2020 ha sido casi dramático, con una caída del consumo ligada a la bajada de la hostelería, pero también a un mundo que requiere nuevos hábitos. A Llagar Quelo el cambio de paso le pilló en un momento clave. Cuando su sidra fue más premiada -primera en Gijón, bronce en Nava y Mejor Sidra Natural Espumosa-, el mercado y las ventas frenaron en seco.
-Iba a ser un año de oro y sin embargo...
-Las ventas bajaron un 40%. Año de preocupación, de pensar qué hacer con la sidra, de resistir. La gente bebe sidra sobre todo en los bares, en las sidrerías. La venta a particulares aumentó un poco, pero es casi anecdótico. Después del parón de la primavera, llegó un buen verano y ahora estamos parados. El tiempo no invita a la sidra; la situación, tampoco. Esperamos que pasen los meses, que bajen el pistón y que con el buen tiempo recuperemos oxígeno.
-¿Corre peligro la sidra?
-No. La gran mayoría de la hostelería ya no comparte vaso, se pone uno por persona y en Asturias la sidra se sigue valorando. Es cierto que están bajando las ventas, pero el consumo se va a mantener en cuanto llegue la normalidad.
-¿Habrá que darle una vuelta de tuerca?
-Muchos hosteleros no cuidan la sidra como deberían porque sale muy poco rentable. No puede seguir siendo así
-¿El mercado demanda un cambio de precios?
-El precio de la sidra debería subir todos los años, no subidas grandes, pero sí moderadas, como ocurre con casi todos los otros productos.
-¿Se le ocurre alguna otra medida?
-Es necesaria la puesta en marcha de una campaña para vender algo más fuera e intentar abrir un mercado con la sidra natural. Madrid es, por ejemplo, un gran consumidor de sidra de Asturias.
-¿Cuáles son sus retos para 2021?
-El más inmediato es no dejar tirados a quien nos vende la manzana. No queremos dejar a nadie en la estacada. Éste sería un buen año para que los cosecheros lucharan contra la vecería, con una buena poda, por ejemplo.
-¿Volverán las alegrías este año?
-Firmaríamos con cubrir gastos. Intentamos perder lo mínimo posible y ser capaces de aguantar el tirón. Inversiones a cero y esperar.
-¿Qué pasará con la sidra que no han vendido este año?
-Alargaremos la temporada. Está almacenada en toneles, así que si habitualmente comenzamos en enero y febrero con la nueva cosecha, éste año lo pospondremos a abril o mayo.
-2020 ha sido año de premios. Primeros en Gijón, bronce en Nava y Mejor Sidra Natural Espumosa. ¿La clave?
-Con una vuelta de tuerca al proceso de elaboración conseguimos una subida de calidad. Buscamos puntos de maduración de la manzana y variedades nuevas. Comenzamos a hacer toneles por variedades para descubrir la más afinada.
-Su espumosa, Solaya, también ha dado qué hablar
-Han subido las ventas. La espumosa se vende más a particulares y tiene la ventaja de tener menos graduación que el cava o el champán, por eso hay gente que la prefiere. De cara a promocionar la sidra, tiene la ventaja de que es un producto menos delicado, con una vida más prolongada, menos susceptible a los cambios de temperatura. Hay hueco para ella más allá de Asturias.
-¿Algún proyecto en mente?
-Con la pandemia hemos aprendido a ser prudentes. Queríamos hacer sidra en botellín pequeño pero la prioridad es mantenernos y continuar apostarndo por la calidad, ya después diversificaremos. Ahora estamos en resistir.