La Mejor Fabada del Mundo 2020 | Ana Azpiazu: «A la fabada le pongo cariño y dedicación»

Las cosas despacio y con buena letra. Es la filosofía de Ana Azpiazu, al frente de los fogones del restaurante El Cruce, en Soto del Barco desde hace seis años, cuando hace fabada. «Total, me tiro en la cocina mucho tiempo, ¿para qué quiero correr?», cuenta un día después de saberse ganadora del décimo concurso de La Mejor Fabada del Mundo, organizado por el Ayuntamiento de Villaviciosa y Gustatio.

-¿Cómo está?

-Contenta, mucho, porque de verdad que quería ganar este concurso. La fabada es un plato especial para mí que llevo trabajando muchos años. Y con el nivel que había, ¿eh?, con platos muy buenos y un jurado muy entendido.

-¿Cuántas veces se había presentado?

-Esta fue la segunda. La otra ya me habían mencionado por el buen hacer, y este año, ya ve, consigo ganar y escogen mi compango como el mejor de toda la cata.

-¿Qué compango usa y qué le echa a la fabada?

-Empleo lacón, chorizo, morcilla y panceta siempre de vecinos de la zona, o sea, del Bajo Nalón. La legumbre, también. La que llevé al concurso, en concreto, era de Muros de Nalón.

-¿Seca o verde?

-Trabajo las dos, pero estas, en concreto, eran frescas porque las otras a esta altura del año ya están un poco viejas, si no hubiera ido con curada.

-¿Las asusta y desespuma?

-Sí. Lo primero es para conseguir que no se rompan durante la cocción. Lo segundo lo hago porque la espuma no vale para nada, hay que quitarla.

-¿Cómo hace la fabada?

-Sin prisa, creo que es importante hacerla así, despacín. Las tengo unas dos horas y media al fuego con el compango y no echo azafrán porque uso productos naturales. Las pruebo al final y echo la sal necesaria.

-¿Qué la hace especial?

-Que la mimo mucho. Le pongo mucho cariño y dedicación.