«El Desarme es una gran ocasión para celebrar la salida hacia la normalidad»

Durante la primera guerra carlista, en octubre de 1836, la resistencia ovetense repelió el ataque del sublevado Pablo Sanz y Baeza, y truncó su intención de tomar la ciudad. El hecho sirvió para adquirir el «Benemérita» del escudo. Años más tarde, al finalizar el último de los enfrentamientos entre afrancesados e isabelinos, en 1876, toda España festejó el desarme de las tropas con fiestas, desfiles y comidas copiosas. Así, según la tesis de Adolfo Casaprima, nació una de las tradiciones gastronómicas más importantes de la ciudad, el Desarme, y no con esa leyenda local que narra cómo se despojó de las armas a las tropas del bando contrario mientras se ocupaban más de los garbanzos con bacalao, los callos y el arroz con leche que de la guerra. Con o sin mito, la Cofradía del Desarme y la patronal de Hostelería y Turismo (Otea) presentaron ayer en El Ferroviario, en Gascona, la nueva edición del menú, que se celebrará en 60 establecimientos de la ciudad entre el 14 y el 19 de octubre.

«Una gran ocasión», en palabras de la consejera de Cultura, Berta Piñán, «para celebrar la salida hacia la normalidad y este momento tan especial después de tantos meses de restricciones». La cita perfecta «para reunirnos y celebrar esa gran tradición asturiana de sentarse alrededor de la mesa, y qué mejor mesa que la del Desarme», sentenció, al tiempo que alabó el trabajo de la Cofradía y su «impulso» cada año en torno a «una idea muy clara de lo que tiene que ser la gastronomía asturiana y nuestro posicionamiento como foco turístico y como elemento importantísimo del desarrollo turístico en Asturias», concluyó.

Más allá de la leyenda, el presidente de Otea, José Luis Álvarez Almeida, señaló que los casi dos siglos de historia del Desarme, tan solo se tuvo que dejar de celebrar en tres ocasiones. Una de ellas, en 1918, en mitad de la última gran pandemia que conocía Europa, la de la Gripe Española. Y aun a pesar de la actual a causa de la covid-19, sostuvo vehemente, «en 2020 pudo celebrarse». Algo que demuestra, continuó Álvarez Almeida, «la fuerza del sector para seguir luchando y en pie». Y terminó lanzando un mensaje de continuidad y esperanza. «El Desarme goza de una excelente salud». Y seguirá, finalizó, para «contribuir a la cultura y al turismo». Un menú, en todo caso, «de la paz y de la amistad». No de la guerra.

Aunque las restricciones tienen las horas contadas, en esta ocasión no podrá celebrarse la recreación histórica de hace dos años. El cofrade mayor del Desarme, Miguel Ángel de Dios, confió en recuperarla para el año que viene y, para esta edición, llamó a la participación «de todos los asturianos aunque sea una fiesta de Oviedo». Y agradeció la «colaboración del Ayuntamiento y el Principado».

El Desarme regresa y muestra de nuevo su faceta más solidaria, colaborando con la Asocación contra el Cáncer de Asturias. Los establecimientos hostelerios dispondrán de huchas para recoger donativos; si bien aparte «de recaudar es muy importante realizar una labor de sesibilización», remarcó Almeida. Una colaboración que agradeció de primera mano Margarita Collado, vicepresidenta de la asociación. El Desarme tampoco faltará el día 17 en la Cocina Económica.

Temas

• Oviedo
• Yantar