Viri, en el jardín de su restaurante, rodeada de plantas. JOSÉ SIMAL
CANDAMO

Restaurante El Llar de Viri

Viri y Majo, maestra y sucesora, cocinan como antes, lento y de casa, con las gracias y cuidados de un convite en mesa de hacendados

Jueves, 23 de julio 2020

Elvira es mucha Viri. Pródiga en iniciativa, imaginación y valentía, antes de su Llar trabajaba de comercial para sacar adelante a sus tres hijos, hasta que un accidente le impidió largas conducciones y pesados acarreos. Decía Almodóvar en 'La flor de mi secreto' a través de Chus Lampreave que las mujeres solas «debemos volver donde nacimos, visitar la ermita del Santo, tomar el fresco con las vecinas, rezar las novenas aunque no se sea creyente, porque si no, nos perdemos por ahí como vaca sin cencerro».

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El Llar de Viri

  • Dirección: Calle Trasquilos, 20 - San Román de Candamo

  • Teléfono: 985 828 022

  • Apertura: 26 de julio de 1996

  • Propietaria y chef: Elvira Fernández García, 'Viri'

  • Jefa de cocina: María José Miranda Carbajal 'Majo'

  • Jefe de sala: Daniel López Miranda.

  • Media de carta: 30 euros. Mantelería, cubertería y vajilla de calidad.

  • Bodega: amplia y selecta.

Viri cumplió al pie de la letra lo primero, volver al lugar donde nació, hogar familiar y almacén de embutidos, que delante vivían y detrás curaban y ahumaban lentamente chorizos y morcillas antes de que sus padres, Constantino y Pilar, los vendieran en la carnicería cercana y propia. El resto del consejo quedó en curativa agua de borrajas: remocicó y decoró las gruesas paredes, los diferentes salones y el preceptivo llar con alacenas, maseras, cerámicas, cacharros, libros, documentos, ropajes, ajuares y, transformado a su pleno gusto, inició la larga y fructífera dirección de este mesón, venta o taberna siempre creciente en proyecciones y aprecios.

¿Ejemplos? La mejor fabada del mundo 2013. Y el Bib Gourmand de Michelin (de Bibendum, la mascota neumática que suavizó el tajante término castellano 'lorza'), sello reservado a los establecimientos ejemplares en relación calidad y precio. Y sus Virilletas o galletas artesanales que llevan harina, mantequilla, huevo, azúcar y un toque de canela, y que casan igual de bien con los desayunos de la güela o el 'five o'clock tea' de Buckingham palace.

José Simal

Gazpacho de fresas de Candamo

INGREDIENTES PARA 4 COMENSALES:

- 1 diente de ajo

- 1 pimiento verde

- 500 gramos de tomate

– 500 gramos de fresas pequeñas, ácidas y sabrosísimas de las huertas candaminas

- 1 cebolleta pequeña

-100 gramos de pan duro

-1 chorro (sobre el decilitro) de aceite de oliva extravirgen

– 1 chorrín (sobre la cuarta parte de un decilitro) de vinagre de sidra

– 1 pizca de sal.

ELABORACIÓN:

1. Pelamos los ajos.

2. Escaldamos el tomate o tomates para pelarlos seguida y cómodamente en agua fría.

3. Lavamos el pimiento, lo envolvemos en papel de aluminio (con un agujerito para que respire) y al horno (180ºC) media hora; luego lo metemos igualmente en agua fría (de no sentar mal la piel, basta con colarlo tras triturarlo).

4. Retiramos el pedículo (rabín) y los sépalos (hojitas) de las fresas.

5. Pelamos la cebolleta.

6. Lavamos bien todos los vegetales anteriores y los metemos en la nevera un par de horas.

7. Ya fríos, los ponemos en el vaso de trituración con el pan duro, el aceite, el vinagre de sidra, y la sal.

8. Damos tiempo y velocidad para que ligue y triture muy fino.

9. Metemos nuevamente –ahora el vaso de trituración con el gazpacho- otras dos horas en la nevera.

10. Lo servimos y adornamos con una rama de cebollino y fresas.

Y además el suave y salsero pudín de puerros, el pastel de morcilla sobre pisto, los croquetones de bacalao con langostinos y su mojo tomatero, el pote asturiano que en nada envidia la fabada, el arcaico pote de castañas, los calamares con arroz, el pitu caleya, los cachopos de carne y setas, y los postres de leche, queso, avellanas o fresas. Ante la estación del Feve y las choperas del Nalón, con su terraza al rojo de los rosales y al verde de las lechugas, bajo La Peña que guarda las pinturas del hombre de las cavernas, Viri va entregando responsabilidades. Hace cuatro años se le quemó la mitad del Llar y ejerció de albañil; hace cuatro meses llegó el virus y ejerció de agricultora; pronto ejercerá de consejera, anfitriona, escritora, viajera y conferenciante, que Majo, su nuera, alumna y cocinera, con Daniel, su hijo, alumno y maestresala, ya llevan no pulidos, abrillantados, ambos oficios y dedicaciones.

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