Que no te lo cuenten
Ahora salir es vital y volver a sitios como éste, con su mezcla de vanguardia, fusión y heterodoxia, también. Mejor con reserva previa
Todo iba viento en popa. El desapacible invierno acababa de dar paso a una primavera también desapacible, pero primavera florecida. Y Miguel, con todo su equipo humano, se preparaba para un fin de semana lleno de reservas aquí y en su otro local, el Te lo Vas a Perder, de San Bernardo, antes San Xuan, de desayunos y aperitivos para varias generaciones.
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Pero llegó la orden de cierre un viernes 13. Y de noche. Terror en la pantalla de la realidad, no del cine, que aún colea y amenaza. «Hasta la apertura, nos hemos dedicado a tratar de que nuestros trabajadores dispongan de los medios y ayudas que les corresponden, a pasarlo bastante mal ante la incertidumbre prolongada día tras día y a trabajar lo nuestro», cuentan Miguel y Jonatan. «Y, encima, nuestro otro gastrobar, Te lo Vas a Perder, permanecerá cerrado hasta agosto por la semipeatonalización de la calle».
Que no te lo cuenten
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Dirección: Calle San Antonio, 1, Gijón
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Teléfono: 984 39 43 99
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Propietario: Miguel Méndez y Jonatan Menéndez Amido
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Sala: Iván Méndez
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Descanso: Anthony Duque Luna
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Descanso: domingos tarde y martes completo
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Menú del día: 15,50 euros
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Menú degustación: 35 euros (bodega no incluida)
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Ajuar: de calidad
La juventud aguanta firme los vientos contrarios si se ve reforzada por la capacidad y el talento. Y Miguel, gestionando gastrobares, viene dando la talla desde antes de poder sacar el carné de conducir. Lo suyo son estos espacios entre informales y peripuestos, de peña y de vanguardia, amantes de la innovación, la fusión y la heterodoxia, donde combinan y armonizan cremas, salsas y especias -de oriente y occidente-, con lo dulce potenciando lo salado mientras cruzan hermanamientos gyozas y rabos de toro, brotes y pétalos, cabaos y bollinos, cangrejos vietnamitas y miel de Boal, dentro de una atmósfera abierta de vinatería, cervecería, tapería y terraza, mixto de café tertuliano y 'restó' chic.
A ello ayuda la decoración medio naif, medio cubista, y por completo personal en cuadros y tablas, de Edgar Plans, que tras la calada celosía divisoria de barra y comedor, ambienta y acomoda las mesas donde nos sirven, sobre discos de vinilo salvamanteles -me tocó Alicia Delarrocha y a mi mujer, Nati Mistral-, pequeñas joyas cuyos nombres apenas enuncian los contenidos: croquetas de oricio con mahonesa de lichi, canutillos de pato y langostino rojo, patatas de ojo de perdiz rellenas de contrastes (tumaca, siracha, foie, jamón ibérico), gua bao de papada ibérica, cebolla roja y mahonesa de ternera, tortelini de pera con salsa gorgonzola y nueces, ceviche del pescado diario con guacamole y mango, pizza de rabo de toro con pico de gallo y mahonesa de teriyaki, pitu en texturas con tinta de calamar y trufa, minihamburguesas con carne de vaca vieja y cochinillo acompañadas de patata morada... Un festival de sensaciones palatales y visuales, al que redondea una adecuada carta de vinos y merece, por supuesto, una igualmente adecuada compañía: la amistad y el romanticismo se benefician de las circunstancias concurrentes, mientras la terraza, que aprovecha la peatonal calle de La Merced, corazón de aquel barrio de Los Vinos antaño canalla y hogaño selecto y maqueado, nos permite sentarnos a cara descubierta de mascarilla, y disfrutar de las brisas veraniegas guardando -siempre- distancias y seguridades.
Pizza de rabo de toro
Ingredientes
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- Rabo de toro
- Zanahoria
- Pimiento verde y rojo
- Ajo
- Orégano
- Vino tinto
- Hoja de laurel
- Masa de pan polar
- Pasta de tomate
- Queso cheddar
- Mayonesa de teriyaki
- Pico gallo
- Flores comestibles
– Aceite de orujo de oliva.
Elaboración
1. Sellamos el rabo en aceite de orujo caliente con sal y ajo.
2. Sacamos cuando dore.
3. Picamos la zanahoria, los pimientos rojos y verdes, las cebollas y los ajos.
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4. Los sofreímos en la pota donde irá el rabo de toro.
5. Agregamos suficiente vino hasta cubrir verduras y rabo.
6. Ponemos puré denso de tomate natural (pasta), el orégano y el laurel.
7. Lo cocinamos a fuego alto hasta que la carne del rabo se suelte fácilmente con la mano.
8. Separamos las verduras y los jugos del rabo para triturarlos un par de minutos.
9. Desmechamos el rabo de toro antes de agregarle la mezcla de vino y verduras.
10. Tomamos masa de pan polar, untamos en ella un poco de pasta de tomate, e incorporamos las láminas de cheddar.
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12. Empapamos las mechas de rabo de toro en vino tinto.
13. Enrollamos la masa en forma de wrap, untando de nuevo un poco de pasta de tomate y otra capa de láminas de cheddar, y horneamos durante 10 minutos a 180 grados.
14. La emplatamos cortada en cuatro trozos con pico de gallo, mayonesa de teriyaki y flores.
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