Restaurante La Fresa
Nacida mesón-tienda, fue haciéndose restaurante por petición popular, y así sigue: popular pero también sibarita
Montse y su marido, hace treinta y pico años, trataban de buscar salida a la crisis de los noventa (otra anterior a la de la burbuja, y a la de la pandemia, y a la que vendrá o ya está aquí, así que 'carpe diem'), y la solución vino con un consejo paterno: «Comprad Casa Lidia y siempre dispondréis de un agarradero». Este centenario bar tienda, de pueblo y carreterina, había cerrado por la edad de su propietaria y esperaba que alguien le diera nueva vida. Y nuestra cocinera y empresaria, natural de Llamero, aldea candamina a tres kilómetros, buena modista de ropa para sus vecinas y alumna de su madre y de tías hosteleras, vio que la propuesta reunía posibilidades, invirtió, trabajó, y mantuvo el bar tienda con su teléfono de fichas, sus detergentes, y sus bombillas, además de vino, sidra, cafés y tapas, una vez remocicadas las paredes de piedra y vivamente coloreadas las cargas.
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La Fresa
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Dirección: Carretera General, 43 - Grullos
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Teléfono: 985 82 95 65.
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Propietaria y cocinera: Montserrat Reguero Fernández.
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Sala: Eliana Fernández Reguero.
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Web: restaurantelafresa.com
Pero empezaron a llegar, con la mejora de los firmes, la construcción de la residencia de ancianos, o las rehabilitaciones del rico entorno monumental, obreros que pedían algo de comer: «Prepáranos un cocidín, unes patates con chorizu, lo que puedas», clamaban. Y poco a poco el bar-tienda se hizo exclusivamente restaurante: los dos comedores interiores (el de abajo con pozo) fueron complementados por una terraza lateral acristalada, sin que falte terraza y espacio: enfrente, el palacio de Cañedo muestra su belleza seria y un tanto fantasmal. Por cierto, lo del pozo en la planta baja, alto de brocal, con forjado horcón, y siete metros profundo, solucionaba el acceso, entonces poco corriente, al agua precisamente corriente, hecho nada extraño para quienes, largos de memoria, recordamos que lo corriente (y la corriente) se hizo esperar en la Asturias rural.
Frixuelo crujiente relleno de besamel y gambas
Ingredientes: Huevos, harina de trigo, sal, mantequilla, leche, gambas peladas y picadas, aceite suave de oliva o vegetal. Sal.
Elaboración:
1. En un bol batimos huevos, harina y la leche.
2. Añadimos una pizca de sal, y seguimos batiendo hasta lograr una crema fluida y uniforme.
3. En una sartén antiadherente con una gotina de aceite de oliva echamos una cucharada de tal crema, procurando que se extienda bien y quede fino.
4. Cuajada una cara le damos la vuelta y cuajamos la contraria.
5. Vamos depositando en un platín, unos sobre otros, los frixuelos ya terminados.
6. Los tapamos con un paño limpio para que conserven la humedad y el calor.
7. En una sartén o cazo echamos la mantequilla y la harina:mezclamos y esperamos dore.
8. Añadimos la leche lentamente, siempre removiendo para evitar que pegue o grume.
9. Sin dejar de remover, pasada como una media hora retiramos.
10. Añadimos las gambas picadas y revolvemos de nuevo.
11. Cuando temple, echamos cucharadas en los frixuelos y los doblamos como canutillos.
12. Los dejamos toda la noche dentro de la nevera.
13. Al día siguiente, justo antes de servirlos, les damos una fritura rápida, como un segundo dorado en aceite muy caliente, y después de escurrirlos toca servirlos y disfrutarlos.
Destaquemos la autenticidad y proximidad de la oferta; nos rodean huertas y ganado, lo lógico en un concejo que acumula fama por su orfebrería agrícola: fabada, fabes con almejas, pote, chosco con patatinas, pitu, repollo relleno, callos, cabrito y cordero guisados, cachopo, merluza a la sidra, frixuelos crujientes rellenos con gracias diversas y, por supuesto, mientras dure la temporada, y recién celebrado el festival aquí, en Grullos, las mejores fresas (quizás) del mundo.
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