Los Franco venden las joyas de la abuela

Sorprende, todo hay que decirlo, que los Franco se deshagan de estos recuerdos familiares. Vender las joyas de la abuela es lo último ante un caso de necesidad, por lo que de algún modo dan a entender que no andan muy boyantes de dinero líquido. Porque, junto al impresionante collar, que también lució Carmen Franco en la boda de la infanta Elena con Jaime de Marichalar, en 1995, en Sevilla, en el lote que la familia del dictador saca a la venta se encuentran unos pendientes a juego... Aunque se subasten por separado, en conjunto pueden llegar a valer unos 200.000 euros.

Pero hay más. Por importancia, sin duda, un fabuloso anillo de brillantes, con una piedra de casi 20 kilates, que bien podría llegar a venderse por 250.000 euros. También hay otro anillo, más sencillo, de perlas cultivadas, que saldrá a subasta por 2.500 euros. Los Franco también se desprenden de dos cajas ricamente adornadas, un broche con aguamarinas, diamantes y rubíes y... Sí, ¡dos collares de perlas! Que bien podrían haber pertenecido, por la forma del broche, a Carmen Polo, a quien la sociedad de la época apodó como la collares. Uno de ellos podría alcanzar los 6.000 euros y el otro, 1.500 como máximo.

Este hecho sí que resulta un tanto chocante, porque ¿quién no querría mantener en la familia, y más cuando son tantos, un collar que fue de la bisabuela? Si alguno de los Franco se arrepiente aún está a tiempo de pujar por las joyas familiares a finales de noviembre. Bueno, a decir verdad, ellos no se presentan como los vendedores de las joyas, las piezas están marcadas como de «propiedad de una importante familia española».