Un hostelero asturiano trolea a Broncano regalándole un cachopo con su cara: «No hay cosa más vigorizante»

«No hay cosa más vigorizante. Eso y un poco de sidra y tienes la noche arreglada». Juanjo Cima, dueño de La Taberna Asturiana (Gijón) y Las Tablas del Campillín (Oviedo) se propuso no dejar indiferente a Broncano en su última visita a La Resistencia y a buen seguro que lo logró. El cocinero justificaba así el original obsequio con el que agasajó al presentador: un cachopo con su cara. Broncano, agradecido, incluso le dio un mordisco en pleno programa al tiempo que asumía con resignación su nueva condición de 'caracachopo'.

Siguiendo con la línea desenfadada del programa, el presentador le volvió a ceder más tarde el micrófono a Cima. «Juanjo, llegó tu momento. ¿Has pensado las palabras que vas a decir para la potencial princesa del cachopo?». Cima cogió el micro y, como si de un programa de citas se tratase, trató de venderse para su futura esposa: «Querida muchacha que estás viéndome ahora mismo, soy un chaval... Bueno un chaval ya no pero por dentro sí. Así que vente para Asturias y vivamos una vida llena de cachopos y amor».

La elección del plato no es casual. Si por algo son famosos los negocios que regenta Cima es por sus cachopos, lo que lo han llevado a imponerse en diferentes certámentes de la región y a nivel nacional. Aunque, a buen seguro, pocos tan especiales y personalizados como el que realizó para Broncano.

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