Nacho Vidal habla sobre su depresión: «Me he drogado y he bebido lo más grande»

Los límites entre la persona y el personaje resultan difusos en algunas figuras públicas. Es el caso de Ignacio Jordá, conquistado por su alter ego Nacho Vidal: «He sido más Nacho Vidal que Ignacio Jordá», confesaba el actor porno en el último programa de la temporada de 'Lo de Evóle', donde hizo un repaso tanto de su trayectoria profesional como de sus aciertos y errores personales.

Esta entrevista tiene lugar tan solo unos meses después del estreno de su serie en Atresmedia. La producción, con Martiño Rivas como protagonista, volvió a situar al actor en el punto de mira, tras la tragedia que tuvo lugar en su propia casa durante un ritual neochamánico.

La vida de Nacho Vidal está marcada por múltiples altibajos: «He ganado muchísimo más dinero del que yo podía imaginar cuando trabajaba de portero o de pizzero. Y me lo reventé lo más grande: con mis amigos, con comidas, con cenas, con viajes, con coches estrellados… A veces pienso, si hubiera ahorrado un poco…», reflexionaba en el programa de Évole.

El actor se abre en canal relatando los momentos más duros de su vida: «Creo que es bueno que una persona pública te diga que está teniendo una situación de depresión y que no sabía qué hacer. Estaba muy mal, todo me daba miedo (...). Me he drogado y he bebido lo más grande. Mi sábado era comprarme un gramo, comprarme cerveza y masturbarme solo ocho o diez horas. Por eso estoy aquí ingresado», confesaba haciendo referencia a la ubicación en la que tiene lugar la primera entrevista, el centro psiquiátrico en el que se recupera de su depresión.

Sus problemas comenzaron ya en su juventud, cuando «con 23 años empecé a pincharme testosterona», confesaba a Évole. «Estaba cachondo todo el tiempo. Lo hacía un par de veces a la semana. El problema es que tu cuerpo deja de generarla cuando te la metes artificialmente», indicaba.

Sobre el polémico caso Nacho Vidal habló también si tapujos: «A mí se me murió una persona aquí, en mi casa, y a nadie le ha importado cómo te sientes tú porque alguien se muere en tus manos por primera vez en la vida. A todos les importa que yo fuera un asesino y que yo haya matado a una persona, cuando yo no lo he hecho. Prefiero no hablar mucho del tema. La forense me ha absuelto completamente de ese caso. Lo que yo le di era una mínima parte comparado a lo que tendría que haber tomado para morirse», aseguró.

El actor define su trabajo como «arte» y asegura que la pornografía actual no tiene nada que ver, «es algo mecánico». Hubo un momento decisivo en su carrera como actor porno en el que tomó conciencia del impacto de su trabajo en las relaciones entre los jóvenes. «Empecé a trabajar con preservativo y a dejar de coger a la mujer del cuello, a no cachearles y no escupirles. Porque me venían los niños jóvenes y me decían que hacían con sus novias lo que les hacía yo a las actrices porno. ¡Cuidado, que eso no es el sexo! Y empecé a entender, con mi poca conciencia, que lo que yo hacía lo estaban haciendo los chavales. Estaban aprendiendo, desgraciadamente, con pornografía. Y cambie el chip», declaró en el programa de la Sexta.

A partir de ese momento comprendió que el mensaje a transmitir es que el porno «no es real, es cine (...). Todo lo que yo hago en una película no es real, no te creas lo que está pasando. No se te ocurra ponerte a maltratar a ninguna persona. No es real es ficción».

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