Más del 60% del CO2 de las industrias asturianas sale del valle de Aboño

Las perspectivas de la calidad del aire en Gijón no son muy buenas, tal y como publicó anteayer EL COMERCIO, en base a un estudio del Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados, de Austria, que elaboró una proyección de las ciudades más contaminadas de Europa en 2030 y en la que Gijón aparecía encabezando la lista. Pero es que la situación actual es difícilmente sostenible, ya que, según los datos del Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes, el 62,7% del dióxido de carbono (CO2) generado por las industrias asturianas y emitido a la atmósfera tiene como origen el entorno del valle de Aboño, extendiendo esa zona de influencia hasta la factoría avilesina de ArcelorMittal.

Fundamentalmente, son tres grandes empresas las que generan esa cantidad de contaminación: las dos factorías que ArcelorMittal tiene en Gijón y Avilés, la cementera de Tudela Veguín y, en especial, la central térmica de EdP, ambas en Aboño. Según los datos oficiales, ésta última genera más contaminantes que las dos fábricas siderúrgicas juntas.

Según la Red Ambiental de Asturias, en 2012 los sectores afectados por el comercio de emisiones en el Principado generaron 17,9 millones de toneladas de CO2, de las que 11,3 salieron de las empresas antes referidas. La división por sectores de esas emisiones deja patente la gran repercusión de la generación eléctrica, que solo ella es culpable de 11,4 millones de toneladas, seguida de lejos por la siderurgia, con 4,6 millones. Pero es que la central térmica de Veriña emitió ese año 6,1 millones de toneladas, es decir, más de la mitad de su sector. Por contra, la cementera que Tudela Veguín tiene en Aboño generó casi 0,6 millones de toneladas.

Los últimos datos oficiales por empresas corresponden al ejercicio de 2013 y los referidos a las instalaciones del entorno de Gijón han empeorado de manera notable. Tanto por su tamaño como por su actividad industrial, la cementera es la que menos contaminantes emitió a la atmósfera ese año, con 899.008 kilos de monóxido de carbono (CO), 0,56 toneladas de CO2 y un millón de toneladas de óxidos de nitrógeno.

Cosa muy distinta son las instalaciones de ArcelorMittal en Gijón y Avilés, y la central térmica de Aboño. La siderúrgica ofrece en conjunto los datos de sus dos plantas y en ellos se indica que fueron emitidos a la atmósfera 54,8 millones de kilos de CO, cinco millones de toneladas de CO2, 5,6 millones de kilos de óxidos de nitrógeno y seis millones de kilos de óxidos de azufre. Pero es que los datos de la central térmica de Veriña supera a los de las dos instalaciones acereras, pues se dispara a los 6,8 millones de toneladas de CO2, los 8,8 millones de kilos de óxidos de nitrógeno y los 7,1 millones de kilos de óxidos de azufre.

Residuos

Las estaciones de control de la contaminación ubicadas en el concejo vigilan especialmente las partículas emitidas a la atmósfera, fundamentalmente las de un tamaño superior a las 10 micras, conocidas como PM10. La Organización Mundial de la Salud considera nociva una concentración superior a los 20 microgramos por metro cúbico. En 2013, las industrias antes indicadas emitieron a la atmósfera 915.371 kilogramos de PM10. La cementera que Tudela Veguín tiene en terrenos de Carreño expulsó 56.127 kilos, mientras que la central térmica llegó a los 350.127 y las acerías de ArcelorMittal en Gijón y Avilés alcanzaron los 509.000.

Pero el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes habla de más empresas del entorno de Gijón que emiten residuos a la atmósfera o al agua. Entre ellas, destaca la presencia de las instalaciones del Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa), que emite al aire 2.545 toneladas de metano y 10 toneladas de óxido nitroso, pero también lo hace al agua, con cantidades que oscilan entre 38,8 y 179.000 kilos de nitrógeno, arsénico, cromo, níquel y carbono orgánico.

También están incluidas como instalaciones que emiten contaminantes al agua las estaciones depuradoras de agua de La Reguerona y El Pisón. De la primera constan casi 800.000 kilos de nitrógeno, 70.000 de fósforo y 412.580 de carbono orgánico, mientras que de la segunda se reflejan 455.000 kilos de nitrógeno, 51.000 de fósforo y 423.240 de carbono orgánico.

Las emisiones contaminantes en el conjunto de Asturias son un fiel reflejo de la evolución económica, estando en 2007 alrededor de los 26 millones de toneladas, cantidad que fue descendiendo los tres años siguientes hasta apenas alcanzar los 14 millones.

En 2011 se refleja un repunte, especialmente en la generación eléctrica, que hizo que las emisiones rozaran los 16,5 millones de toneladas, mientras que en 2012 ya se llegó a los 18 millones. Los de ese año son los últimos facilitados por las autoridades del Principado de Asturias.