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Entorno de la playa de El Arbeyal.

El Arbeyal tendrá pozo de tormentas dentro de tres años

La EMA prevé aprobar a finales de mes la licitación del proyecto y de las obras, para las que se estima una inversión de ocho millones de euros

IVÁN VILLAR

Viernes, 6 de mayo 2016, 03:04

La EMA prevé sacar a licitación a finales de este mes el proyecto para la construcción de un depósito de aguas de tormenta en el entorno de El Arbeyal. Así lo explicó ayer la concejala Ana Braña en la comisión de Hacienda en respuesta a una pregunta registrada por el grupo socialista. Aunque la convocatoria para optar a este contrato debía aprobarse en el consejo de administración de la empresa municipal celebrado en febrero, deficiencias en los pliegos obligaron a retirar el asunto del orden del día. Ahora se retomará en la próxima reunión de este órgano, prevista para finales de mes.

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La licitación de las obras, desde la apertura del periodo de presentación de ofertas hasta la adjudicación, llevará cuatro meses. A partir de entonces empezará a contar un plazo de doce meses para la redacción del proyecto y posteriormente otros 20 meses para la construcción del depósito. Si se cumplen todas estas previsiones, el pozo de tormentas podría estar operativo dentro de tres años. Su coste está estimado en ocho millones de euros. Con esta instalación se pretende evitar que se repitan inundaciones como las registradas hace once meses en la calle Brasil.

El eje principal de transporte de aguas residuales hacia la planta de pretratamiento de La Figar y la depuradora de La Reguerona es el denominado interceptor costero, que parte de El Natahoyo y recoge el saneamiento de los colectores del río Cutis, Carlos Marx y río Pilón. A la altura de El Arbeyal se añaden a este interceptor las aguas del colector de la calle Brasil, cuyo caudal «ha ido aumentando con el paso de los años por el desarrollo urbanístico e industrial», al sumarse los desagües de El Lauredal y el polígono de Lloreda. Cuando en este punto de confluencia se excede la capacidad de la red de saneamiento, el agua sobrante se expulsa al mar a través de un alivio que discurre bajo el espigón de la playa. Esta conducción, no obstante, está situada a una cota inferior a la cota máxima de marea, por lo que cuando se dan episodios de fuertes lluvias en horas de pleamar ve mermada su capacidad de alivio.

La construcción del pozo de tormentas, donde se almacenará temporalmente el caudal que supere la capacidad de la red, no solo reducirá la probabilidad de inundaciones, sino que también disminuirá los alivios de aguas sin depurar al mar, «con el consiguiente aumento de la protección medioambiental». Durante la redacción del proyecto se definirán tanto la capacidad del depósito como las alternativas de ubicación.

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