El Ayuntamiento aplaza sine die la reunión con la Universidad sobre el Botánico

El Ayuntamiento de Gijón y la Universidad de Oviedo tenían previsto reunirse esta mañana en la comisión de seguimiento del acuerdo que ambos tienen suscrito y que abarca cuestiones como la actividad científica en el Jardín Botánico. Sin embargo, el equipo de gobierno decidió suspender el encuentro sine die y sin aducir los motivos, según fuentes de los grupos municipales. El primer sorprendido por esta decisión fue el propio vicerrector de Investigación, José Ramón Obeso, al que a última hora de la mañana de ayer solo se le había comunicado un retraso en la hora fijada inicialmente.

En dicha reunión, la Universidad tenía previsto exponer los resultados de la actividad que durante el último ejercicio ha realizado en el espacio natural, así como revisar el documento que ambas instituciones tienen previsto renovar y, que según Jesús Martínez Salvador, presidente de Divertía (responsable del recinto), estaba prácticamente cerrado. El nuevo convenio ha puesto de manifiesto las distintas posturas que ambas entidades tienen al respecto. El principal motivo de discordia es la destitución del equipo científico debido al «trato despótico» que, según el Consistorio, ha infringido el conservador, Álvaro Bueno, a los trabajadores municipales, «extralimitándose en sus funciones». Es más, el gobierno local -cuya partida sirve para pagar al personal universitario- ya ha advertido de que «Bueno no puede seguir». La institución académica subraya, en cambio, que «tal y como estipula la ley, las contrataciones de la Universidad se realizan a través de concursos de libre concurrencia».

Ayer, cuando el vicerrector se enteraba de la suspensión del encuentro por este periódico, aludía a otro detalle. Según explicó, la pretensión del ejecutivo municipal es «decidir las actividades científicas que se van a llevar a cabo en el Botánico y pedir a la Universidad que le asesore». La institución académica pasaría, así, a actuar como una «asesoría técnica» en vez de obrar con «la libertad» que ha venido trabajando hasta ahora y que el vicerrector considera necesaria para el Botánico, al que se considera un centro más de investigación. Sin esa libertad, entiende, el jardín pasaría a ser, como dicen más de 40 entidades botánicas, uno más de la ciudad, no un jardín botánico.

En este sentido, José Ramón Obeso juzga «fundamental» que ambas instituciones «mantengan la confianza», y esa petición de convertirse en asesoría técnica no es indicador de ello, como «tampoco la expulsión de personal que no es Álvaro Bueno».

«Grave injerencia municipal»

Por su parte, Ciudadanos calificó ayer de «grave injerencia» del gobierno municipal en la actividad científica la destitución del encargado de la conservación del Botánico. En opinión de su portavoz, José Carlos Fernández Sarasola, «la destitución del equipo científico está dañando la imagen internacional del Botánico y pone en riesgo la continuidad de una actividad científica que le dio renombre internacional». Tampoco ve «normal» la no continuidad de Bueno por «desavenencias con tres trabajadores municipales».