60 años consagrados a la raqueta
El Real Club Tenis Gijón, fundado en 1961, tiene 2.500 socios y encara el reto de su ampliación hacia el Cañaveral
El club sociodeportivo más joven de la ciudad, el Real Club Tenis Gijón, acaba de soplar sesenta velas. Han pasado seis décadas desde que ... un grupo de aficionados quedaran 'huérfanos' al suprimirse las pistas de tenis del Grupo Covadonga y, lejos de abandonar la raqueta, se lanzaran a una aventura que el tiempo ha consolidado. Entre aquellos valientes se encontraban Ramón Palacio, Bernardo Suárez, Ramón Artigas, Gabino Iglesias, Vicente Otero y José Carballo, además del que después se convirtió en su primer presidente, Florentino Cueto-Felgueroso, padre del actual.
Aquellos 'locos por el tenis' firmaron en el Ateneo Jovellanos el acta de constitución de la sociedad Club Tenis Gijón. El 16 de noviembre de 1961 se formalizaba ante notario la compra por 120.000 pesetas de dos fincas en Somió con una extensión de casi ocho mil metros cuadrados. En ellas se construyeron la piscina, el local social y tres pistas de tenis para uso y disfrute de los cerca de 235 socios fundacionales, que inauguraron las instalaciones en julio de 1963. El club fue creciendo y sus socios demandando servicios, lo que obligó a ir adquiriendo fincas adyacentes, con la dificultad añadida «de su elevado coste y escasa disponibilidad» en una zona tan demandada.
Durante muchos años el tenis centró la actividad deportiva, hasta que en 1996 se empezó a hablar de un nuevo deporte de raqueta, el pádel. Dos años después se construyó la primera pista, «con un éxito arrollador» que obligó a levantar otras cuatro pistas entre aquel año y 2016. Aumentó también la demanda del gimnasio y de actividades como preparación física, yoga y pilates; «pero la obsesión» son las pistas cubiertas, de ahí que el plan director actual prevea la construcción de dos de tenis y una de pádel en la finca del Cañaveral, cuya compra en 2017 supuso un hito y aseguró el futuro de un club que desde 2018 completa su nombre con el título de Real.
Las instalaciones del club suman hoy 20.000 metros cuadrados en los que los socios disfrutan de cinco pistas de tierra batida de tenis -una cubierta-, tres de suelo sintético para la escuela, cinco pistas cubiertas de pádel y dos piscinas, además de gimnasio, salón social, sauna, frontón, ludoteca o un pabellón multiusos en lo que fue el restaurante del Cañaveral.
Su presidente, Tito Cueto-Felgueroso, lo describe como un club «muy familiar, coqueto y acogedor» en el que los socios «según se inscriben, son usuarios desde el primer día y demandan instalaciones» y en el que la actividad deportiva, desde la que se lleva a cabo en las escuelas de tenis y pádel hasta la organización del torneo Dionisio Nespral, convive con eventos sociales tan identitarios como las verbenas. El club encara los próximos años con el reto de ampliar sus instalaciones deportivas y remodelar su local social para acoger más cómodamente a sus 2.500 socios «de todas las edades» y seguir inoculando desde Somió la pasión por la raqueta.
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