Cadena contra el estigma del VIH

Entre 140.000 y 170.000 personas viven en España infectadas por el VIH (2.300 en Asturias), de las que aproximadamente una de cada cinco (18%) no está diagnosticada. La detección sigue siendo tardía, como lo fueron en un 47,6% de los nuevos casos en 2018, pese a que la prueba es gratuita y confidencial para todos.

El Comité Ciudadano Antisida de Asturias puso ayer de relieve que el estigma asociado al VIH es una de las causas principales de ese diagnóstico tardío, que eleva el riesgo de transmisión del virus e implica un mayor riesgo para la salud de la persona. Un miedo al rechazo que se ceba principalmente con la mujeres portadoras y además provoca aislamiento social, baja autoestima, crisis de identidad y depresión, entre otras consecuencias.

«Si todos conocemos las vías de transmisión, ¿por qué ese miedo irracional a estar con una persona seropositiva? ¿Por qué rechazamos a una pareja por su estado serológico? ¿Por qué asumimos que la persona seropositiva debe llevar la carga de contar su estado a todo el mundo?», planteó anoche el educador Pablo Daniel Pérez, del Comité Antisida, durante la lectura del manifiesto en la plaza Mayor.

La movilización y lucha contra la serofobia (el prejuicio y la discriminación hacia las personas seropositivas) protagonizó ayer los actos celebrados en la ciudad con motivo del Día Mundial contra el VIH y el sida. Por la mañana con la ofrenda floral que tuvo lugar en el 'Bosque de la memoria', en el parque de Los Pericones, para recordar a los enfermos y fallecidos por el sida en los últimos años. Y por la tarde-noche en la cadena humana que caminó desde La Escalerona hasta la plaza Mayor, donde tuvo lugar la lectura del manifiesto. Un manifiesto en el que se destacó que en España «la transmisión heterosexual constituye la gran mayoría de los nuevos diagnósticos entre las mujeres». Ellas se diagnostican cada vez a una edad mayor y en una situación inmunológica peor que los hombres. Además, de los nuevos diagnósticos de VIH en féminas, «mas de la mitad son en mujeres inmigrantes».

La alcaldesa Ana González, que participó tanto en la cadena humana como en la ofrenda floral, animó a «destruir los mitos y estereotipos negativos en torno al VIH y el sida». «Es una enfermedad no contagiosa que sabemos cómo se transmite, lo que debe llevar a tomar una serie de precauciones, pero nunca debe servir para estigmatizar a nadie», defendió.

Desde el Comité Ciudadano Antisida de Asturias se celebró el final de las exclusiones de las personas con VIH en el acceso al empleo de la función pública y se hizo especial énfasis en que «el diagnóstico y el tratamiento antirretroviral es una herramienta eficaz para evitar la expansión de la enfermedad, porque cuando el virus es indetectable en sangre tenemos la certeza científica de que es intransmitible».