La calle San Matías, en Gijón, en pie de guerra «por unos vecinos problemáticos»

«Llevamos meses sufriendo problemas, pero ahora la situación es ya insoportable, no podemos ni abrir las ventanas por el olor que entra...». Los residentes en la calle San Matías, en el barrio gijonés de Pumarín, aseguran sentirse «hartos» debido a «unos vecinos problemáticos» que se han instalado en un bajo con la calle San Nicolás.

A las continuas llamadas a la Policía Local de Gijón y la Policía Nacional «por insultos, amenazas y episodios se violencia», se suma desde hace semanas «el olor nauseabundo que sale del bajo». Según relatan, «sale agua sin parar, dentro está inundado con unos cinco centímetros de altura y huele a podrido, no sabemos si son aguas fecales o hay algo más, pero el olor es insoportable». Tanto, que los vecinos más cercano «ya no podemos ni abrir las ventanas por la pestilencia y también por todos los bichos que nos entran en casa».

«En esta calle nunca hubo ningún problema, es un ambiente familiar con gente de toda la vida y nunca se vio esto, por eso el malestar general», lamenta una vecina, que ya ha interpuesto varias reclamaciones en el Ayuntamiento para denunciar el estado de insalubridad que presenta el bajo.

Ayer por la mañana la Policía volvió a acudir a la calle San Matías tras una nueva llamada ciudadana. «Pero la situación sigue igual, al ser un lugar privado nos dicen que no pueden hacer nada por el momento y que los trámites administrativos llevan su tiempo, pero mientras tanto, seguimos sufriendo molestias y tenemos miedo de que acabe en algo grave», dicen los vecinos. «Yo ya evito pasar por delante del bajo porque tengo miedo», asegura una de ellas.

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