La caminata contra la avispa asiática recala en el Botánico

Cinco días y cientos de kilómetros por delante para concienciar sobre el peligro de la avispa asiática, conocida científicamente como 'vespa velutina'. La marcha organizada por la Asociación Galega de Apicultura (AGA) en colaboración con la Confederación en defensa de la abeja en la Cornisa Cantábrica (CODACC) llega hoy a Gijón. En el Jardín Botánico Atlántico se celebrará, a las diez de la mañana, un acto informativo y una mesa redonda en la que se abordarán las medidas para frenar a esta especie invasora.

Bajo el título 'La lucha contra la Vespa velutina: un problema de tod@s', miembros de las asociaciones y representantes de diversos sectores afectados por la especie explicarán cuál es la situación actual y las herramientas disponibles para frenar el avance de esta «plaga». Uno de los agentes que reivindican es la PlataformaStop Vespa Velutina, una iniciativa surgida en Galicia y ahora constituida también en Asturias.

El objetivo pasa por trasladar las demandas del sector «aprovechando la suma de fuerzas como un mecanismo de presión a las administraciones competentes». Durante la jornada, las plataformas informarán sobre los primeros resultados obtenidos con las trampas eléctricas, un sistema de protección de las colmenas que fue objeto de estudio por la Asociación Galega de Apicultura.

Los resultados fueron publicados en la 'Guía para la construcción casera de la trampa eléctrica', disponible en la página web de la entidad. La expedición Stop Velutina partió ayer de Santiago de Compostela para recalar después en Luarca. En los próximos días trasladará sus reivindicaciones hasta las comunidades autónomas más afectadas por la especie, como Cantabria y las País Vasco.

La avispa asiática «supone ungrave problema medioambiental de consecuencias imprevisibles que afecta a toda la sociedad», indican los convocantes de la marcha, que urgen «la puesta en marcha de un plan de choque, coordinado por la administración, junto con las asociaciones y la población, para frenar el avance de esta plaga y los terribles daños que está causando».

Las asociaciones consideran que la «única vía posible hoy por hoy es la convivencia con esta especie, pero no a cualquier precio», ya que dicha coexistencia «exige la supervivencia de las abejas y el resto de polinizadores».