Carmen Moriyón: «Gijón le debe a Lourido su firmeza para lograr desbloquear en tiempo récord un proyecto esencial como Naval Azul»

La próxima salida de Laureano Lourido generó ayer reacciones en todos los ámbitos. El Gobierno del Principado, encargado de nombrar al próximo responsable del Puerto, habló por boca del consejero Alejandro Calvo. «Lo que toca es reconocer el trabajo de los últimos años que se ha realizado, lo hacemos en el ámbito del propio consejo, porque la situación financiera del Puerto de Gijón no era fácil y en los últimos años se hizo un gran esfuerzo para reconducirla», comentó. «Lo que estamos es trabajando en el futuro del Puerto de Gijón, en todas las oportunidades que surgen de inversión, de conectarlo con el tejido industrial empresarial de nuestra región, desarrollar nuestra zona de actividades logísticas y son muchos los retos en esa idea central que es crear en Asturias, en combinación con el puerto de Avilés, con el resto de equipamientos de nuestra región, un gran polo logístico en el Cantábrico», añadió.

La delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, se limitó a señalar que «Laureano Lourido ha realizado una importante labor en un momento clave del desarrollo del Puerto de Gijón».

La alcaldesa de Gijón y vicepresidenta de la Autoridad Portuaria, Carmen Moriyón, aseguró que Lourido, «durante sus años al frente del Puerto, demostró siempre una extraordinaria profesionalidad y una capacidad de gestión fuera de toda duda». Además, la señaló que «Gijón le debe a su firmeza haber logrado desbloquear en tiempo récord un proyecto esencial como Naval Azul. Fue de los primeros en entender la importancia que la compra de estos terrenos tenía para la ciudad y me consta que también fue de las personas que más insistió a la hora de cerrar en máximos la cesión del paseo marítimo», anotó. «Cuando la ciudad necesitó a su Puerto, su presidente estuvo», agradeció Moriyón.

Desde Carreño, su alcalde, Ángel García, agradeció «el buen talante y buena predisposición» con este municipio por parte de Lourido, al que deseó suerte en su futura trayectoria. García también espera que «quien ocupe el puesto mantenga la buena relación y tenga presente a Carreño al mismo nivel que al resto de entidades representadas en el Puerto, independientemente del tamaño de los concejos y su relevancia económica».

Con la mirada más puesta en el futuro, la vicealcaldesa, la popular Ángela Pumariega, mostró el respeto a la decisión de Lourido y pidió que «en la nueva etapa que se abre haya una relación fluida y constante con el equipo de gobierno del Ayuntamiento y que juntos trabajemos para dar respuesta a los asuntos de interés común que tenemos sobre la mesa».

Por su parte, Monchu García, secretario general del PSOE de Gijón, agrupación que ha sido crítica con la gestión medioambiental del Puerto, aseguró que con la salida de Lourido «se abre una nueva oportunidad para el puerto y la ciudad, para que esa gran obra que un día imaginó Tini Areces se ponga definitivamente al servicio de Gijón y Asturias».

Mucho más críticos se manifestaron los portavoces de IU y Podemos en el Ayuntamiento. Para Javier Suárez Llana, la marcha de Lourido supone «una oportunidad para que El Musel entre en el siglo XXI con una apuesta por el tráfico de contenedores, la actividad logística, la innovación y la industria limpia». «Durante su presidencia, el Puerto se convirtió en el campeón del tráfico de carbones en pleno proceso de descarbonización de la economía, generando un importante impacto ambiental en la zona oeste y el litoral gijonés», argumentó Suárez Llana, quien calificó su gestión de «polémica, opaca y con nula sensibilidad hacia las reivindicaciones vecinales».

Para la portavoz de Podemos, Olaya Suárez, su salida es «una buena noticia para intentar reconducir el rumbo de El Musel». «Tenemos un puerto con demasiados graneles, que aumentan la contaminación de la zona oeste, y con demasiados proyectos de instalación de fábricas como si se tratara de un polígono industrial en lugar del puerto más importante de Asturies», argumentó la edil. A su juicio, el mandato de Lourido «ha estado marcado por permitir que imperase la contaminación. A pesar de algunas medidas timoratas recientes, el plan de calidad del aire sigue incumpliéndose flagrantemente», zanjó.

La portavoz de Vox, Sara Álvarez Rouco, aseguró que «cierra una etapa de avances en El Musel», aunque «su actividad discreta y alejada de los focos lo haya convertido en una personalidad poco conocida para los gijoneses».

María Calvo, presidenta de Fade y vocal del Puerto, destacó «los importantes retos financieros y de transformación de la actividad» que tuvo que afrontar Lourido. «El Musel debe ambicionar ser un puerto de referencia del Norte de España, atrayendo tráficos, explotando el potencial logístico de sus parcelas, y contribuyendo a hacer de Asturias el polo logístico del Norte», apuntó la presidenta de la patronal, quien añadió que «la globalización y la descarbonización exigen una estrategia portuaria para los próximos años, liderada por la nueva presidencia, a la que Fade ofrece ya su colaboración. Todos juntos debemos trabajar para recuperar la autopista del mar, concluir la ZALIA y completar los acceso al puerto por carretera y ferrocarril», añadió.

Félix Baragaño, presidente de la Cámara de Gijón y vocal del Puerto, agradeció la dedicación de Lourido «en un momento de especiales cambios en los tráficos portuarios» y le deseó «lo mejor en su nueva etapa personal». El vocal del Puerto en representación de las organizaciones sindicales, Fermín de Con, valoró el trabajo de Lourido y destacó su relación «buena y cordial» con los sindicatos.

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