La Casa Paquet recibe a 107 turistas en su reapertura

La planta baja de la Casa Paquet ya forma parte del engranaje de Infogijón, el servicio de atención turística de la ciudad. Las nuevas dependencias en el renovado palacete de Cimavilla recibieron ayer entre las 10 y las 20 horas la visita de 107 turistas en su estreno. La mayoría de ellos procedentes de Madrid, País Vasco y Castilla y León.

Los datos los aporta Daniel Martínez Junquera, director de Gijón Turismo y adjunto a la gerencia de Divertia. Y además los pone en contexto. Según explica, en la otra oficina que tienen abierta en La Escalerona atendieron, también ayer, a 146 personas de fuera de Gijón y la media de esta misma semana, tomando como referencia el año pasado, era de cien consultas turísticas al día. Esto denota que a la ciudad sigue llegando mucha gente de fuera, pese a la situación de incertidumbre actual. «La Casa Paquet es un emplazamiento privilegiado que va a tener muchísima más atención por su localización céntrica y mucho más cercana a los recursos turísticos de la ciudad», pronostica Martínez Junquera.

Las primeras en adentrarse en el emblemático espacio del barrio alto fueron tres señoras amigas de Madrid, que llegaron al edificio guiándose por una aplicación de Google de sus móviles. También procedentes de la capital española hicieron parada allí la pareja formada por Silvana López y Ángel Pérez, quienes explicaron que Gijón, donde han recalado por primera vez, es su última etapa de una ruta por el norte que empezaron hace una semana en el País Vasco.

La oficina abierta ayer en Cimavilla también cuenta con un amplio abanico de productos turísticos de merchandising diseñados por el propio equipo de Gijón Turismo, que también está previsto que se ubique en las instalaciones tras una posterior adecuación en los próximos meses.

Para dirigir a los turistas hacia la Casa Paquete ayer se colgó una gran lona en la subida a la Colegiata y se colocó al costado derecho del portón de entrada una placa de metacrilato con los horarios de apertura para todo el año y los códigos QR para descargar folletos e información turística.

Otro aspecto que llama la atención dentro de la planta baja del palacete reconvertido en oficina turística es el cumplimiento de los criterios de accesibilidad para personas con movilidad reducida. Parece haberse tomado buena nota de las recomendaciones de Cocemfe y en la misma entrada, encima del tradicional empedrado de la subida a la Colegiata que no se puede tocar por ser Bien de Interés Cultural (BIC), se ha articulado una rampa de acceso para salvar los obstáculos del empinado terreno. Ademas, dentro, los mostradores también están diseñados para atender a personas con discapacidad en silla de ruedas.