La Cocina Económica de Gijón dio 540 servicios diarios en 2024, la cifra de «más de tres bodas»
Presentó su memoria anual con un déficit de 300.000 euros. «Gijón es solidario pero necesitamos más recursos y más socios», pide la entidad
Más de 400 kilos de legumbres, 1.800 kilos de carne variada (ternera, carne, pollo, cerdo), 1.600 kilos de pescado (merluza, bocarte, sardina, congrio..), 100 litros aceite de oliva y otros tanto de girasol, 14.000 kilos de yogures o 1.600 kilos de fruta. Son algunas de las cifras detalladas este miércoles durante la presentación de la memoria anual de la Cocina Económica, referida a 2024. «Con estos datos es clara nuestra petición», indicó su director Rafael Piñera. «Necesitamos más recursos y más socios. Estamos muy agradecidos a los 174 voluntarios y a toda la ciudad de Gijón, que es muy solidaria, pero hacen falta más, porque cualquier día podemos ser uno de nosotros los que necesitemos ayuda».
La Asociación Gijonesa de Caridad, conocida como Cocina Económica, presentó unas cuentas en las que se aprecia un déficit de 300.000 euros. Los ingresos de la entidad en 2024 fueron de 1.457.509 euros, un 53% procedente del convenio con la Fundación Municipal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Gijón y de una subvención de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Principado de Asturias, además un 15% procede de la colaboración de los más de mil socios. «Pero no nos alcanza. Cada semana tenemos nuevas altas de usuarios en la Cocina Económica y seguimos estando en números rojos. Los gastos ascienden a 1.842.377 euros. Necesitamos más de 300.000 euros», explicó su presidente Ignacio Blanco.
El mensaje que quiere airear la entidad solidaria es muy claro: «Visibilizar los problemas que existen en Gijón entre las personas vulnerables y no solo aquellas que sufren adicciones o casos de maltrato. Cada vez son más los jóvenes y los mayores de 65 años que tienen pensión, pero no les alcanza los que se acercan como usuarios, bien para comer, o para buscar un lugar para dormir», relató Asun Echevarría, hermana sirviente de las Hijas de la Caridad.
«Nuestro objetivo es transformar la vida generando oportunidades», subrayó Piñera, quien destacó que «aparte de funcionar como comedor social, en el que atendemos de media diaria a unas trescientas personas, la asociación también ayuda a las personas a través de un centro de primera acogida, que lleva más de 30 años en funcionamiento, para gente con problemas de adicción o de salud mental, apartamentos pequeños en los que acogen a familias con niños, un taller ocupacional o una clínica dental solidaria que atiende a más de cien personas al año. Sin olvidar la gran vinculación con la fundación La Golondrina, una residencia para personas mayores con escasos recursos».
Solo el comedor social sirvió, como ilustró Piñera a modo comparativo, «más de tres bodas al día». En concreto, 315 comidas y 225 cenas, lo cual sumaría 540 servicios diarios. Además, 17 familias recibieron de forma puntual reparto de comida en su domicilio a lo largo del año. En total, en el balance de 2024, dio cobertura a 800 personas distintas.
En los alojamientos, hubo una ocupación de 34 personas al día, 23 hombres y 11 mujeres, que estuvieron una media de 123 días de estancia. Asimismo, dio cabida a seis familias con 8 niños en los alojamientos de urgencia que existen para una estancia máxima de un mes. Por su parte, el centro de primera acogida Vicente de Paúl dirigido a hombres mayores de 18 años, principalmente con adicciones, atendió a 113 personas. También los módulos de alojamiento temporal fueron ocupados. Estos 4 alojamientos provistos de cocina, sala de estar, dormitorio y servicios destinados a menores a su cargo fueron utilizados por 8 familias, contando entre ellas con 13 menores. Además, desde 2019 la entidad cuenta con una clínica dental donada por los doctores Soledad Espías y Salvador Alonso que atendió a 110 pacientes el pasado ejercicio y realizó 1.260 tratamientos. Caben destacar también otros servicios como el de ropero, peluquería e higiene que utilizaron 132 personas, el asesoramiento y apoyo social que recibieron 211 personas y el taller ocupacional de encuadernación que busca la integración y promoción social, en el que participaron 185 personas.
Una historia detrás
«Es muy importante que remarquemos que detrás de cada persona hay una historia. Queremos conocer las necesidades específicas de las personas individualmente para adaptar todos nuestros servicios y así acompañarlas. Hemos contratado a una consultora, que se llama Extrasocial. Nuestro objetivo no es prestar solo nuestros servicios principales, sino además detectar las necesidades concretas de cada persona para conseguir su mayor autonomía», subrayó Piñera.
También el presidente quiso agradecer la Medalla de Oro de la ciudad que coincide con el 120 aniversario de la entidad. «No hay mejor regalo», confesó y destacó que «a lo largo de todo el año haremos actividades muy especiales para celebrar esta conmemoración que además coincide también con el 120 aniversario del Sporting de Gijón, por lo que tenemos alguna sorpresa preparada». «Lo que no es una sorpresa y quiero remarcar es la labor de nuestros antecesores, como mi predecesor Luis Torres, recientemente fallecido, la de nuestros socios y voluntarios y la de las Hijas de la Caridad, «ellas están aquí las 24 horas los 365 días de la semana».
La hermana sirviente recogió el testigo para poner en valor que «el reconocimiento de la Medalla de Oro de Gijón se presenta como la oportunidad ideal para hacernos más presentes y mostrar el trabajo que realizamos en el día a día. Solo queremos que cada persona piense que alguna vez puede pasar por una situación así y es necesario que todos aportemos lo que podamos para paliar estas situaciones de vulnerabilidad. Gijón siempre ha sido una ciudad solidaria y generosa. Yo creo en este proyecto y tiene que seguir vivo y creciendo día a día«, concluyó.
