El Congreso insta a hacer la estación de Gijón en una ubicación y la Junta apoya otra

Dos iniciativas presentadas por Foro en el Congreso de los Diputados y la Junta General obligaron ayer al resto de formaciones a tomar partido en el debate sobre el futuro ferroviario de Gijón. El ejercicio terminó con un resultado paradójico. La Cámara Baja acordó requerir al Gobierno de Pedro Sánchez que la estación intermodal se haga junto al Museo del Ferrocarril, mientras el Parlamento autonómico rechazó dirigir similar petición a los Ejecutivos central y autonómico y al Ayuntamiento.

En Oviedo, como en Madrid, los votos del PSOE e IU se opusieron a textos que reclamaban respetar el convenio vigente que fija la estación al lado del museo. Cumplir lo firmado en mayo de 2019 es algo que sí solicitan en ambos parlamentos PP, Vox y Foro. Podemos se abstuvo en ambos escenarios. Cs, en cambio, respaldó la iniciativa de Foro en la Junta mientras en el Congreso optó por darle nueve abstenciones y un voto en contra.

El trabajo del diputado nacional de Foro, Isidro Martínez Oblanca, propició extrañas imágenes. Su texto proponía instar al Gobierno de la nación a «ratificar el convenio firmado en 2019 entre el ministerio, el Principado y el Ayuntamiento de Gijón manteniendo la ubicación de la estación intermodal en los terrenos próximos al Museo del Ferrocarril y no en la conocida como ubicación de Moreda». La moción logró 146 votos del PP, Vox, Foro, y también el apoyo de EH Bildu, UPN, Coalición Canaria mientras los diputados socialistas de Asturias pulsaban el botón del 'no'.

El segundo punto abogaba por «poner urgentemente y sin dilaciones el metrotrén de Gijón entre las estaciones de Viesques y el Museo del Ferrocarril con el túnel finalizado y sus estaciones intermedias construidas, con total independencia de los estudios, proyectos y obras para la prolongación hasta Cabueñes». Esta idea salió adelante con el único voto en contra de un diputado de Ciudadanos, y la abstención de los grupos que apoyan al Gobierno.

En la Junta General fue Adrián Pumares quien defendió un texto que pedía «mantener el consenso y los compromisos alcanzados en el convenio y «requerir» al Ayuntamiento, Principado y Ministerio que los acaten. El convenio tuvo el apoyo de «seis partidos y tres administraciones de tres colores distintos; ahora son monocolor y alguien ha decidido que de lo de gastar 900 millones en Asturias nada», dijo.

René Suárez, desde la bancada socialista, replicó que esa propuesta «instando a adoptar decisiones contrarias a la alternativa óptima de los expertos no puede ser apoyada» y recordó que el estudio hecho por el ministerio recoge que el museo es más costoso. «Después de la COVID aspirar a las mismas obras faraónicas conlleva seguir en el atolladero», respaldó Ovidio Zapico, de IU.

«Las infraestructuras asturianas no pueden permitirse culebrones ni vodeviles», afeó desde Ciudadanos Sergio García. En Podemos criticaron la ruptura del consenso, pero Daniel Ripa matizó que existe «autonomía municipal» y la decisión final corresponderá «a la ciudad y los vecinos».

En el PP, Pablo González instó a los socialistas a «tener cuidado dónde se meten, porque esto apesta a intereses urbanísticos». Sara Álvarez Rouco, de Vox, entiende que ir a Moreda «es un ahorro para el ministerio y quienes se deben a él lo están justificando».