Cuatro años para reformar Isabel la Católica

«El parque de Isabel la Católica necesita uno o dos meneítos». La alcaldesa, Ana González, se refería así el pasado viernes, en una entrevista radiofónica, a la urgencia de actuar en la gran mancha verde a la vera del Piles. Es lo que tiene previsto hacer el Ayuntamiento a lo largo de los próximos cuatro años. Casi ocho décadas después del inicio de las obras de saneamiento de las charcas del Piles y su transformación en el primer parque público de la ciudad -los trabajos comenzaron en 1941-, Isabel la Católica se prepara para afrontar una reforma integral que mejorará el estado actual de sus edificaciones, y que actuará, sobre todo, en los sistemas hidráulicos del recinto, con la prevista impermeabilización y limpieza del canal del Molín y el dragado de los dos estanques.

Actuaciones, estas últimas, con las que se espera mejorar el estado actual de las láminas de agua, eliminando las algas que dan lugar a las cianobacterias que acaban contaminando el agua del río Piles y, por extensión, la playa de San Lorenzo. Está previsto que los trabajos, sin un calendario definido aún, hayan concluido en el horizonte de 2023. «No podemos permitir que un emblema, como es este parque, esté en estas condiciones, por eso urge acometer esas actuaciones», justifica el concejal de Mantenimiento y Obras Públicas, Olmo Ron.

La reforma costará 1.650.000 euros. La primera de las dos fases en que se han dividido los trabajos será la más sencilla y barata. Aparece ya contemplada en los presupuestos de este año con una partida de 150.000 euros. Consistirá en dar un lavado de cara a las principales construcciones del parque, como la antigua caseta del guardia -hoy oficinas y vestuario del personal de Parques y Jardines-, cuyo estado actual, al menos en el exterior, deja bastante que desear. El efecto de la humedad ha ido provocando desconchones en la fachada, en la que también son visibles las pintadas, y la vegetación se ha ido adueñando de parte de la cubierta. Es lo que ha ocurrido también en las edificaciones que se emplean como almacén, las más próximas a la avenida del Molinón. En ambos casos, las partidas previstas ascienden a 20.000 euros. Pero son el palomar, con 35.000 euros, y la pajarera, con 45.000, las instalaciones que se llevan las mayores cantidades.

El Ayuntamiento trabaja ya en la redacción del proyecto -que implica tanto al servicio municipal de Parques y Jardines como al de arquitectura-, con la intención de adjudicar las obras en agosto. El plazo de ejecución, según explicó Ron, será de «tres o cuatro meses», con lo que los trabajos podrían estar concluidos a finales de este año. Para iniciarlos, no obstante, se requiere el preceptivo visto bueno del Principado. Al tratarse de un Bien de Interés Cultural (BIC), cualquier intervención que se pretenda en el entorno del parque requiere la autorización de la Comisión de Cultura del Gobierno regional.

Será en los tres siguientes años cuando se afronten los trabajos de mayor calado, aquellos con los que se busca mejorar la salubridad de los estanques -de 2.250 y 10.813 metros cuadrados de superficie- y garantizar unos correctos aportes de agua desde el canal del Molín. Aunque el Ayuntamiento reconoce que estas actuaciones son «urgentes», no comenzarán hasta 2021. En principio, lo harán con la limpieza y la impermeabilización del canal y del paso de éste por Torcuato Fernández Miranda, donde se sospecha que pueden estar produciéndose fugas de agua. En total, costará 550.000 euros. No obstante, «a la vista de lo sucedido con el río Piles podría haber alguna modificación» del proyecto para adelantar en el tiempo el dragado de los estanques, previsto en los ejercicios de 2022 o 2023.

Esta actuación -la del dragado de los lagos para ganar en profundidad y caudal de agua retirando miles de metros cúbicos de residuos y lodos que se acumulan en el fondo- ya se pretendió hace cuatro años aunque finalmente no se realizó al renunciar al contrato la empresa a la que se habían adjudicado los trabajos.

Para cuando se lleve a cabo, Isabel la Católica contará ya con los 12.000 metros cuadrados que ganará con la peatonalización de la avenida de El Molinón, que pasará a integrarse como corredor ambiental del parque, entroncando con la zona del Kilometrín. Las obras comenzarán en la segunda mitad de este año y costarán 1,3 millones, gastos que serán compartidos entre la Empresa Municipal de Aguas (EMA) y Acciona, la empresa adjudicataria de las obras del pozo de tormentas. El resultado: un parque de 163.857 metros cuadrados.