Defensa de la acción ante la pandemia, frente a críticas por la falta de diálogo

La alcaldesa, que abrirá el debate sin límite de tiempo, centrará su intervención en la respuesta dada desde el Ayuntamiento a los problemas que trajo consigo la pandemia, tanto desde el punto de vista social -con la flexibilización y refuerzo de las ayudas de emergencia- como económico -con la puesta en marcha de ayudas directas a empresas, la rebaja y supresión de tasas y la modificación de la ordenanza de terrazas para permitir su ampliación-. Discurso que reforzará en lo que compete a sus áreas de trabajo el portavoz de IU y también concejal de Movilidad y Medio Ambiente, Aurelio Martín, refiriéndose a medidas como las peatonalizaciones encaminadas a facilitar el mantenimiento de la distancia social. Martín también destacará, no obstante, otras actuaciones al margen de la pandemia, como la elaboración y aprobación de la nueva ordenanza de Movilidad y el impulso de un plan para la recuperación ambiental del río Piles.

Muy diferente será el balance que hagan de este primer año y medio de gobierno los grupos de la oposición, en cuyos discursos predominarán las críticas a la falta de diálogo y consenso que en su opinión rodea la mayoría de las decisiones del equipo de Ana González. «La principal característica de este equipo de gobierno es su desconexión con el sentir de la ciudadanía. Actúan de espaldas a ella, desde la imposición, la unilateralidad y el apriorismo ideológico», señala el portavoz de Ciudadanos, José Carlos Fernández Sarasola, quien pone como ejemplo «la rectificación» en lo que respecta al apoyo a la Laboral como Patrimonio de la Humanidad o las propias en materia de movilidad. «Han adoptado decisiones controvertidas, como la del 'cascayu', sin informes previos ni participación», lamenta, sumando también la forma en que se diseñó el plan de obras en barrios. Durante su intervención en el debate, Sarasola pondrá de manifiesto otros problemas como «el atasco en el abono de subvenciones» y la «falta de agilidad para desbloquear grandes proyectos como el plan de vías, la ZALIA y la depuradora del este». El edil sí destacará como «punto fuerte» la gestión de los servicios sociales, aunque reclamará mejorar «la interrelación con las entidades del tercer sector».

Jesús Martínez Salvador, de Foro, cree que «el PSOE ha vuelto a demostrar su peor cara, la de un partido incapaz de dialogar y empeñado en arremeter contra todo lo que se hizo en los anteriores mandatos, como el plan de vías, la renta social y el Festival de Magia». Apunta que «decisiones como la que se tomó con el anillo navegable muestran la diferencia entre quienes gobernábamos buscando soluciones y el modelo salomónico de PSOE-IU». Y añade que no solo «ha pretendido gobernar de espaldas a los demás grupos», sino también «a espaldas de la ciudadanía, como vemos con el carril bici de Poniente, la obra del Muro o la plazoleta peatonal de la calle Bélgica».

También Laura Tuero, de Podemos-Equo, opina que «la principal asignatura pendiente es la búsqueda de consensos, que es lo que ha hecho que pocos de sus proyectos hayan salido adelante». Señala que «no escuchar a la ciudad hace que no hayamos dado ni un paso en la lucha contra la contaminación en la zona oeste y que la partida de los Presupuestos Generales del Estado para el plan de vías sea ínfima, porque todo el mundo sabe que el proyecto de la alcaldesa, sin consenso, no llegará a buen puerto». En el lado contrario de la balanza sitúa acuerdos con su partido como los que han permitido aprobar la ordenanza de Movilidad y unas nuevas ayudas que tomarán el relevo de la renta social. «Cuando se sientan a dialogar y a escuchar, Gijón avanza en la lucha contra la desigualdad».

El portavoz del PP, Alberto López-Asenjo, apunta que «ha sido un año en el que primaron el adoctrinamiento y las ocurrencias, con imposiciones como la del 'cascayu', y en el que todo ha sido anuncios, pero no hay gestión». Considera que no se están atendiendo las necesidades de la ciudadanía «y ante el clamor de colectivos que están pidiendo ayudas inmediatas, porque se están arruinando a una velocidad dramática, solo anuncian iniciativas que tardarían hasta cinco meses en poner en marcha».

Eladio de la Concha, de Vox, apunta que «este gobierno no solo no ha resuelto los problemas que tenía la ciudad, sino que ha creado otros que no había, por ejemplo con sus 'medidas tácticas' y sus prohibiciones en materia de movilidad». Asegura que «el balance no puede ser más desfavorable» y cree que una «constatación de su fracaso» es la prórroga presupuestaria para 2021. «Lo fían todo al posible uso de remanentes y a las ayudas de otras administraciones, pensando en unas modificaciones de cuya negociación excluyen a Vox, en una actitud claramente antidemocrática».