Deva restalla con la subasta el ramu
Cinco fiestas ·
Serín procesionó con la alcaldesa, La Guía repartió el bollo y buena música, La Camocha se dio a la paella y Cimavilla sigue en danzaAunque el verano empiece a encarar ya su recta final, Gijón sigue de fiesta. Son cinco los barrios y parroquias que ayer celebraron a su Virgen con una gran variedad de actividades. Los más madrugadores fueron los vecinos de La Camocha, que a las nueve de la mañana ya tuvieron una alborá con gaita y tambor a la que siguieron una misa y procesión de la mano de la Asociación Coros y Danzas Jovellanos. Pero lo mejor aún estaba por llegar. Después de realizar el tradicional homenaje al minero, por el vínculo indisociable del barrio con el trabajo en la mina, la inmensa mayoría de los vecinos –y algunos invitados– se juntaron en la carpa para degustar una gran paella, donde aprocehcaron para rememorar anécdotas de antaño y también para compartir nuevos momentos juntos.
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También hubo misa y procesión en Serín, en este caso acompañados por gaita y tambor de la Banda de Gaitas Saxum Xixón y la presencia de la alcaldesa, Carmen Moriyón, que marchó con ellos alrededor de la parroquia.
Donde no pararon ni para coger aire fue en La Guía. Los vecinos comenzaron el Día de Asturias con una misa cantada por el coro Ensemble Vocal de Gijón en honor a Nuestra Señora de La Guía, que tuvo lugar en la cancha de la Casa de Acogida de Madres Gestantes, y continuaron con una procesión para venerar a la Virgen del barrio y juntarse finalmente en la plazoleta. Pese al notable descenso de las temperaturas, allí celebraron el reparto del bollo y la subasta del ramo, que congregó a buena parte de los vecinos para disfrutar juntos de una animada sesión vermú, a cargo de Breakdown, en la última jornada de sus fiestas patronales. De tarde, la magia del Mago Jaco y las actuaciones de Plana Mayor y José Taboada dinamizaron el ambiente para darlo todo en el fin de fiesta con la orquesta Waykas.
Dos mil euros recaudados
Tampoco cabían de la alegría en Deva. La asociación de vecinos Peñafrancia recuperó ayer la subasta del ramu por la fiesta de Covadonga, una tradición perdida hace más de una década por circunstancias ajenas a la parroquia, y «fue un súper éxito», destacó Carmen Díaz, la secretaria. Vestidos con trajes regionales y acompañados del grupo folclórico La Alegría, de Porceyo, «estuvo todo el pueblo volcado» y el ramu superó los 2.000 euros, que se destinarán íntegramente a Aspace.
Por su parte, Cimavilla bajó el ritmo tras un fin de semana frenético y ayer solo celebró la gran espicha en la carpa y una sesión de cine nocturno.
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