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'El solarón' es una de las zonas donde más se ha podido apreciar la falta de mantenimiento. J. C. TUERO

Emulsa retoma el cuidado de las zonas verdes tras dos semanas de paro obligado

La alcaldesa pide que no se tiren colillas desde las ventanas «porque ni la calle es un basurero ni el personal de Emulsa está para recogerlas»

Martes, 14 de abril 2020, 00:14

El endurecimiento hace dos semanas de las restricciones del estado de alarma obligó a Emulsa a suspender los trabajos ordinarios de mantenimiento de los parques y zonas verdes de la ciudad, al no estar considerados un servicio esencial. Al personal dedicado habitualmente a estas labores se le encomendaron otras tareas en las áreas de limpieza urbana y residuos, pero en su ausencia la vegetación siguió creciendo. Y en una época en la que en algunos puntos la siega llega hacerse incluso con una periodicidad semanal, las consecuencias no tardaron en hacerse notar, con una hierba mucho más alta de lo normal.

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Pero hasta ayer. La vuelta a unas medidas de contención más flexibles permitió retomar su actividad habitual a 32 trabajadores del servicio de mantenimiento de parques y jardines de Emulsa, 21 de los cuales se ocuparon de la siega de zonas como Zarracina, Begoña, el Rinconín, Isabel la Católica y la Plaza de Europa. «Aunque aún no podremos recuperar un nivel de mantenimiento similar al de antes del estado de alarma, la idea es ir programando actuaciones en función de la plantilla y de la tipología de las zonas», apuntaron desde la empresa municipal. Así, la previsión es que las actuaciones se centren en los espacios más emblemáticos y en las zonas autorizadas para la presencia de perros sueltos.

Emulsa recuerda que sí han continuado durante este tiempo los trabajos relacionados con la recogida de residuos -reforzando además la esterilización de contenedores- y con la limpieza viaria, centrada en las zonas con más afluencia, como el entorno de los supermercados, así como el de los centros de salud y residencias de ancianos. En las últimas semanas se ha detectado un aumento en las calles de excrementos caninos, guantes desechables y colillas. Ayer la alcaldesa se refirió a este último problema en su videomensaje diario, instando a los ciudadanos a no tirarlas desde sus ventanas. «Ni la calle es un basurero, ni el personal de Emulsa está para recoger colillas».

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