La familia de Silvia desiste de la prisión permanente para el acusado de su muerte

La familia de Silvia Hernández, la mujer de 34 años fallecida en Roces en 2016, rebajó ayer la petición de cárcel para Celestino V. G., acusado del crimen, y solicitó 25 años por el delito de asesinato, desistiendo de esta forma de la condena de prisión permanente revisable. Lo hizo durante la cuarta sesión del juicio que se celebra en la Sección Octava de la Audiencia Provincial y antes de que hoy el jurado popular se reúna a deliberar y emita un veredicto sobre la responsabilidad del procesado con respecto al fallecimiento de su compañera sentimental.

La que sí mantuvo la solicitud de la prisión permanente revisable fue la acusación popular, ejercida por la asociación Abogadas por la Igualdad. La fiscalía y la abogacía del Estado consideran que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio y piden para el acusado una condena de 22 años de cárcel. Su defensa mantiene la libre absolución. Será hoy cuando se conozca el veredicto por segunda vez después de que el primer juicio, en el que fue condenado a cuatro años de prisión por un homicidio imprudente, fuese anulado por el TSJA al apreciar incongruencias en el escrito del jurado.

Durante la sesión de ayer comparecieron peritos del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, los cuales explicaron que en el mango del cuchillo con el que se produjeron las dos heridas que acabaron con la vida de Silvia aparecieron restos de ADN de Celestino V. G., mientras que en la hoja hallaron restos biológicos de la víctima.

Por su parte, los informes toxicológicos detallados por los peritos a través de videoconferencia revelaron que la mujer no presentaba restos de alcohol o drogas. En la sangre aparecieron restos de antidepresivos y ansiolíticos que formaban parte del tratamiento que seguía por los problemas psiquiátricos que padecía.

Durante el testimonio prestado el primer día de juicio, Celestino V. G. declaró que las dos heridas de un centímetro de profundidad se habían producido durante un forcejeo que mantuvo con la mujer para evitar que se quitase la vida con un cuchillo. Según su versión, no creyeron que acabasen por provocar una hemorragia interna.