Fomento admite retrasos en el estudio sobre la estación intermodal que encargó hace un año

El Ministerio de Fomento admite que el estudio para definir la solución técnica de la nueva estación intermodal del plan de vías de Gijón va con retraso. La Secretaría General de Infraestructuras, a cuyo frente estaba el asturiano José Javier Izquierdo, encargó este trabajo a la consultora Ineco hace poco más de un año con un detallado programa de trabajo, a lo largo de 24 meses, dividido en dos fases diferenciadas. El primer año entero, entre junio de 2018 y junio de 2019, debía dedicarse a la investigación geotécnica del terreno y la redacción del estudio propiamente dicha; y el segundo año, entre julio de 2019 y mayo de 2020, debía reservarse para someter el expediente a información pública e incorporación de alegaciones.

Pues bien, llegado el momento según ese cronograma de que el estudio debería ponerse a disposición de la ciudadanía para su consulta, el gabinete del ministro en funciones, José Luis Ábalos, reconoce que la consultora contratada no lo tiene listo. Y no solo eso, sino que tampoco se aventura a dar fecha alguna sobre cuándo podrá estarlo.

La información que facilita Fomento al respecto, a consultas de EL COMERCIO, es que el estudio informativo de la nueva estación intermodal de Gijón y su conexión con la red ferroviaria existente y con el túnel ya ejecutado «se encuentra aún en fase de redacción y por el momento no está próximo a que se someta a información pública». El ministerio remarca que no se compromete a dar ninguna estimación temporal sobre cuándo los gijoneses podrán conocer el avance de este estudio clave para el devenir del proyecto de integración ferroviaria y que puede obligar a modificar el convenio publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 24 de mayo. Además, el ministerio avisa de que «el plazo de estos estudios es de 24 meses, aunque se pueden prorrogar en el tiempo», que es lo que va camino de suceder con el gijonés.

La nueva alcaldesa socialista, Ana González, quien ya advirtió de que aunque gobiernen en Madrid sus compañeros de partido será especialmente exigente con el cumplimiento de los plazos comprometidos, estaba muy pendiente de los trámites administrativos de este estudio. De hecho, contaba con tener acceso al avance de contenido muy a corto plazo y reunirse con técnicos de la consultora Ineco para recibir las explicaciones oportunas. Así lo reconoció en una reciente entrevista a este diario concedida justo el día después de hacerse con el bastón de mando del municipio.

Volviendo al estudio informativo que ahora se demora, éste despertó en su momento suspicacias cuando se hicieron públicos los pliegos del encargo de Fomento a la consultora Ineco. En el apartado de necesidades a satisfacer, se detallaba que procedimentalmente el estudio tendría que «definir y comparar dos soluciones de ubicación de la estación intermodal»: la solución planteada en 2006 en Moreda con tres administraciones socialistas como ahora, a la altura de Carlos Marx, y la nueva ubicación próxima al Museo del Ferrocarril asumida por los tres socios de Gijón al Norte en el anterior mandato con una administración de cada color político en Madrid, Oviedo y Gijón.

A partir de ahí las instrucciones eran claras. Se especificaba que los trabajos debían contemplar la supresión de la barrera ferroviaria cubriendo de forma integrada las vías conforme a la mejor solución técnica que arroje el proyecto entre el parque de Moreda y el cruce de las vías de cercanías con la calle Bertolt Brecht. Otra indicación importante era que solución técnica adoptada en este estudio también había de posibilitar el desdoblamiento de la avenida de Juan Carlos I y la ampliación del parque de Moreda hasta el trazado de la antigua autopista, que en ese tramo se reconvertirá en bulevar.

Los pliegos de este encargo a Ineco señalaban asimismo que los plazos comprometidos en el convenio ferroviario ya en vigor (con un calendario de actuaciones hasta 2025 y 814 millones de inversión por ejecutar), junto a la complejidad de las obras, obligaban a la consultora contratada a ajustar la duración de las distintas actividades.

Fomento fijó un plazo de dos años para la redacción completa del estudio, aunque remarcó que el trabajo debía realizarse de forma urgente. De hecho, por eso se optó por el encargo directo a la sociedad estatal mercantil Ineco en lugar de optar por una licitación pública al uso. El presupuesto total de estos trabajos asciende a 613.557 euros, repartidos en tres anualidades hasta 2020. A la vista de la carga de trabajo de las tareas encomendadas, Fomento estimó que era necesario un equipo de seis personas (responsable del trabajo, titulado superior, titulado medio, técnico, delineante y administrativo). Un equipo para redactar el estudio informativo de las alternativas de ubicación, trabajos de cartografía e investigación geotécnica y labores de apoyo en el proceso de información pública y contestación de alegaciones. El encargo del estudio a Ineco lo dejó aprobado el equipo saliente de Fomento antes de la moción de censura.